1. Yo quería con el hermoso papá de Marina... ushhh, no era su papá ¡que error!


    Fecha: 15/01/2019, Categorías: Voyerismo Autor: Svett, Fuente: CuentoRelatos

    En mis tiempos de universidad tenía yo un pequeño club de patinaje en hielo para pequeñas principiantes a las que entrenaba por las noches y al principio las esperaba afuera de la pista y así pude ver y conocer a sus padres que las llevaban, así me di cuenta que el que yo creía que era el papá de Marina estaba hecho un bello ejemplar de hombre; al poco pude evaluar que la niña era muy traviesa y no aprendía al ritmo de sus compañeritas, así que le envié nota a sus padres para que la motivaran a entregarse mejor en los entrenamientos. Me contestó el papá de la niña que sería una muy buena idea tener una plática familiar para tratar el asunto de manera calmada y concisa y me pareció excelente la propuesta, sobre todo pensando que tendría contacto con el macho que me llenaba los ojos, y aunque supuse que estaría presente la esposa, no dejó de pasar por mi mente la idea de acabar entrepiernada, encamada y satisfecha bajo su cuerpo suculento y admirando aquel varonil rostro.
    
    Les propuse que nos viéramos al terminar mis clases un viernes, pero me contestó el padre de Marina con una nota, diciendo que mejor sería que nos reuniéramos el sábado por la tarde en una villita que ellos tenían fuera de la ciudad. Me pareció mejor y acepté gustosa, al menos pasaría una tarde en la naturaleza, fuera de los ruidos de la ciudad. Así quedamos y yo de coqueta me vestí algo sexy con el fin de despertar en Amaro -que así se llamaba el padre de Marina- un deseo imposible de contener y en un ...
    ... descuido acordar otra reunión más "íntima".
    
    Pues fui el día a la Villita y me abrió la puerta quien parecía el mayordomo, que no era muy guapo que digamos, y me guió hacia el edificio principal; el tipo no disimulaba la lujuria que le despertaban mis formas de mujer opulenta que casi se salían del ajustado vestido corto y escotado que usé. El lugar tenía varias palapas hechas de palmas y adobe, y estaban entre una vegetación muy frondosa de árboles, con un pequeño laguito muy bien cuidado. Me pasó a la palapa más grande y me dijo que llamaría a sus jefes que estaban paseando por ahí mientras me indicaba una hermosa silla mecedora para que me sentara a esperar. Lo hice y el "mayordomo" pareció alejarse rumbo a mis espaldas, pero apenas me senté, el hombre me atrapó del cuello con un brazo y con la mano libre me puso un trapo de horrible olor en la cara; quise luchar para liberarme pero muy rápido perdí el sentido, obvio que el trapo tenía cloroformo y ya no supe de mi hasta ya noche.
    
    Volví a mis sentidos sintiendo mucho frío y dolor de ano, pues además de estar desnuda y reclinada sobre un restirador a la intemperie, tenía algo metido en el culo. Me quise levantar pero mis manos estaban encadenadas al mueble quedando en posición de cruz y mis pies tampoco los podía mover pues tenían cuerdas amarradas a algo, solo podía levantar la cabeza.
    
    Un rato después apareció el "mayordomo", quien se presentó "muy amablemente", era Amaro, el padre de mi discípula Marina. Se puso ...
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