1. Matilda, guerrero del espacio (capitulo 16)


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: calvito, Fuente: CuentoRelatos

    ... pela.
    
    —Eso ya lo sé, hijita. El problema no es ese, —siguió el general—. El problema es que… digamos que se están metiendo en cuestiones que corresponden exclusivamente al Estado Mayor.
    
    —¿Cómo es eso? Las funciones están perfectamente delimitadas.
    
    —Ya lo sé, pero está ocurriendo. Están metiéndose en cuestiones estratégicas…
    
    —¿Cómo? ¿Qué están metiendo las narices en la estrategia militar? —saltó Ushlas frunciendo el ceño—. ¡Es inadmisible! Los militares nunca nos hemos metido en las decisiones políticas, salvo Matilda que esta en los dos organismos, por su puesto en el Consejo de los Cinco.
    
    —A la reunión de mañana, van a llevar una propuesta para ordenar a la flota atacar inmediatamente el sistema Evangelium, —intervino Nicci. Matilda la miró con cara de sorpresa—. De hecho, han empezado movilizar unidades. Según nuestros informes, están agrupando naves medias en 238359. Por fortuna el grupo de cruceros, y la mayor parte de las fragatas, permanecen leales al estado mayor.
    
    —Si eso lo hiciéramos los militares, habría que oírles ladrar, —dijo Ushlas muy cabreada—. Estarían hablando de golpes de estado, traición a la democracia, y gilipolleces así. ¡Es inadmisible!
    
    Matilda no intervenía en la conversación. Pensativa, intentaba asimilar con preocupación la información que la estaban proporcionando. Entonces, volvieron a llamar a la puerta. Ushlas se levantó a abrir y en la puerta aparecieron tres consejeros. Pasaron, y después de saludarse se sentaron ...
    ... también. Mientras lo hacían, volvieron a llamar a la puerta y entraron otros cuatro consejeros. Ushlas y Nicci estuvieron sacando sillas del dormitorio y de la terraza para que todos estuvieran sentados. Mientras tanto, Matilda seguía en silencio observando cómo se acomodan los recién llegados. Nuevamente llamaron a la puerta y esta vez tres altos mandos militares entraron en la habitación.
    
    —No cierres Ushlas, que vienen más, —dijo el último que entró. Con Nicci, requisaron todas las sillas y sillones del pasillo del hotel. Finalmente, diecinueve consejeros y mandos militares, se amontonaban en el salón de la suite, produciendo un guirigay ensordecedor. Frente a ellos, Matilda, sentada, con su corta batita de seda, descalza, y muy seria, los miraba a todos.
    
    —Caballeros, caballeros, —comenzó a decir levantando la mano con mucha calma, para que guardaran silencio—. Durante nuestra misión en el Sector Oscuro, he perdido el 28% de mis fuerzas, algunos, muy buenos amigos: gente a la que quería. Cuando se me encomendó la misión, hubo que sacrificar a cien mil soldados, y a toda la 3.ª Flota en Rulas 3, para sacar todas las naves de Numbar que allí había. Es cierto, hemos conseguido un triunfo muy importante, y lo último que esperaba encontrarme a mi regreso, ¡es ver al Consejo Federal convertido en un puto gallinero! Ahora voy a ponerme algo más apropiado. Cuando regrese, quiero las cosas muy claritas; principalmente, porque se ha dado orden a parte de la flota… a mis espaldas y a ...
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