1. Masturbándome en la playa


    Fecha: 05/12/2018, Categorías: Masturbación Autor: Crystal69, Fuente: SexoSinTabues

    ... tetas de mi madre, pero tampoco era una tabla. Yo quería algo pequeño, y así se lo dije a mamá, que sólo frunció las cejas y al final, encogiéndose de hombros, dijo que ya estaba en edad de experimentar otras cosas. Elegí un bikini rojo, de esos pequeños que ocupan media nalga nada más, con finos tirantes a los costados. Me quedaba muy bien, o al menos eso esperaba yo. Mamá se compró uno con tanga sólo porque yo le animé. Había visto cómo le quedaban los jeans que usaba en el trabajo y no quería que ella se vistiera como una señora. Me rehusaba a creer que mamá crecía y se hacía más adulta. Eligió el bañador de tanga negra y sujetador del mismo color. Clarisa fue la que nos dio la sorpresa. Hasta esas edad, mi hermanita había usado trajes de baño completos y de colores chillones. No obstante, eligió uno muy pequeño, de color azul oscuro, con delgados tirantes en el sujetador y con la parte inferior decorada con un corazoncillo justo en la parte de la vagina. Nos reunimos después con Sandra, la amiga de mamá que le había propuesto el viaje. Ya estaba pagado a la agencia, por supuesto. Sería en las playas de Cancún, durante todo un fin de semana y con los gastos listos. Clari estaba emocionada por todo y yo igual, pues nunca había salido más lejos de mi ciudad. El viaje fue cómodo y aburrido en el autobús de primera clase. Mamá se la pasó dormida todo el día junto con su amiga, mientras que yo y Clarisa nos dedicábamos a mirar una TvNotas — una asquerosa revista de ...
    ... espectáculos famosa aquí en México —, y jugábamos con nuestros móviles, que por ese entonces eran la ostia, con sus maravillosos 400 megas de ram, o menos. Qué se yo. Nos hospedamos en un hotel bastante bonito con vistas al mar. Las grandes ventanas permitían una vista panorámica. Clari y yo nos sentíamos como niñas… bueno, éramos niñas, y la idea de meternos pronto al agua fue todo un bombazo para nosotras. — Vamos a nadar un poco — dijo mamá y Sandra la secundó, feliz. Sandra, por cierto, es soltera. Una mujer despampanante, incluso en la actualidad. Mamá dice que no se comporta como una señora, porque sale con un ingeniero joven, al que le van las milfs, y como los pechos de Sandra son muy grandes y tiene una malicia picarona en su rostro… imagino que ese chico se le prenderá de las tetas como loco durante todas las noches. Eso no viene al caso. Cuando llegamos a la playa, casi tuve un orgasmo. Yo ya sabía que los gringos eran guapos, pero no a tal grado. Mientras que la mayoría de los lugareños eran de mi estatura, monos y morenitos, el ver a tanto rubio y pelirrojo, mostrando cuerpos de casi dos metros de altura, torsos bronceados y rostros cuadrados, logró que sintiera cosquillas en el coño. Algunos llevaban trajes de baño cortos y ceñidos, por lo que su pene se marcaba deliciosamente cuando la tela mojada se les pegaba a la entrepierna. Estaba en el paraíso. —¡Hay mucha gente! — exclamó Clarisa, que venía envuelta en su toalla de la cenicienta. Yo ya traía puesto mi bikini, y me ...
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