1. Mi hija... Mi historia


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... boca arriba. La cubrimos con una sábana y comenzamos nuestro acto sexual. Mi esposa abajo y yo encima. Bese sus pechos, talla 34D, su cuello, baje a su sexo que estaba super rubricado, 1,2,3 dedos le metí, ella sólo se rebolcaba y ahogaba los gritos mientras la masturbaba para no despertar a la niña. apagamos la luz y comencé a penetrarla. Al hacerlo pude notar como habíamos tirado la sábana que cubría a nuestra hija, se colaba algo de luz por las ventanas y algo majestuoso apareció ante mi. mi nena dormida, con el camisón levantado hasta la mitad de su torso, sus piernas descubiertas, su ombligo al aire y sólo cubierta por un tímido calzoncito blanco con unos dibujos de pajaritos cubriendo su conchita infantil. esa imagen despertó mi perversión oculta, recordé a mi prima, a todas esas niñas que veía en el parque jugar y en sus descuidos mostrar su ropa interior o algo mas, en las albercas, en las fiestas de mi niña y mientras bombeaba a mi mujer, mi mano cuidadosamente se posó en el estómago de mi nena y poco a poco fue bajando hasta rozar el resorte de ese calzón infantil. Intente detenerme pero no pude! Ya estaba sobre su conchita. ese bultito que emana un calor que sólo quienes lo han experimentado saben la calidez que representa. Con mi dedo medio comencé a sobar, marcaba sus labios por encima del calzón. Cuidando que no despertara o que mi mujer me descubriera. La emoción y el gusto que eso me provocó es indescriptible. Sentí que estaba a punto de terminar y entonces ...
    ... si pensarlo, por entre sus muslos deslicé mis dedos y separe la tela que cubría su intimidad, quedando al descubierto parte de sus labios, busque la entrada a su vagina libre de vellos, limpia de cualquier contacto sexual. Ella se movió un poco, facilitando la acción, me detuve si salirme, hundi sin penetrar un poco más uno de mis dedos hasta sentir su humedad y comencé a moverlo delicadamente. en ese momento estalle dentro de mi mujer y ella llegó a si clímax. me dijo que había sido espectacular. Mi mujer se levanto al baño a limpiarse, yo me quedé en la cama desnudo con la culpa y la excitación aún despierta. Aproveché la estancia de mi esposa en el baño, me levanté y me puse al lado de mi nena. termine de levantar su camisón y pude ver con morbo sus pechitos, esos pechitos diferentes a los de sus amigas, cuando eres papá tienes acceso a muchas nenas y a su intimidad por la confianza de otros padres, ya que no eran rositas, mi nena tiene pezones oscuritos y una aureola grande. Además como es rellenita siempre ha dado la impresión de que ha comenzado su desarrollo. Los besé muy rápido pero los besé. Baje mi mirada a su calzón, y sin dudarlo lo baje lentamente, primero vi el resorte marcado en su piel, después un pubis limpio dio paso a su monte, ese monte que culmina en su rajita. unos labios gorditos cerrados me gritaron pruebame! Y asi lo hice, pase mi lengua sobre ellos, separando las piernas de mi nena para probar su sabor y olor a orina fresca, vaya que tenía el sueño ...
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