1. Mi hija... Mi historia


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Mi historia. está es mi verdad y sólo mi verdad. con la que luchó día a día. porque se supone que un padre debe de proteger y cuidar a sus hijos. en mi caso, además de hacerlo, siento deseo sexual por ella. No se bien como comenzó pero recuerdo la primera vez que mire como mujer a mi hija. Y hoy quiero compartirlo con ustedes. Mi primer recuerdo de un incesto se remonta a cuando tenía 14 años, hoy tengo 28, con una prima de 9 años, fueron algunos encuentros donde los besos de lengua, el tocamiento a sus nacientes pechos pero sobretodo el hundir mis dedos en su vagina suave, gordita, limpia. me hicieron esclavo de un placer prohibido e ilegal. las menores. En esos encuentros que no iban más alla de besarnos y explorarnos, experimente por primera vez la sensación de unas manos tersas ajenas en mi pene y testículos, las cuales me hicieron eyacular por primera vez o sentir como se iban mojando mis dedos y las paredes vaginales de mi prima hasta generar un orgasmo cuando introducía dos dedos en su estrecha vagina. Estos encuentros terminaron un año más tarde cuando a ella le llegó el periodo y yo perdí la atraccion por su cuerpo que pasaba de niña a mujer. Así pasaron 4 años hasta que conocí a mi esposa, yo tenía 18 y ella apenas 14. a pesar de que viene de una educación altamente religiosa y de profesar la religión cristiana, fue fácil enamorarla y al mes tomar su virginidad. al tercer mes de salir y de vivir aventuras sexuales increíbles, como masturbarnos mutuamente en el ...
    ... trasporte publico y despertar todo ese morbo y deseo sexual que su educación reprimio, quedamos embarazados. Fuimos obligados a casarnos y vivir juntos, no fue fácil pero logramos salir adelante. Descubrimos y experimentabamos nuestra sexualidad de muchas maneras, aunque solo entre nosotros, su ano fue mio, su boca, y aunque a ella no le gusta hacer oral, ha aprendido a disfrutarlo en ella a tal grado de que se ha venido en mi boca. Si pudieran ver cuanto se moja y lo fácil que es editarla. Pasaron los años y llegamos al punto sin retorno: Mi hija, había cumplido seis años, siempre la había visto como una nena regordeta hermosa que llamaba mucho la atención pero nada más, hasta ese viaje a Huatulco -Playa Mexicana- que hicimos para celebrarla. Al llegar nos topamos con la sorpresa de que nuestra habitación sólo tenía una cama matrimonial, era temporada alta, pero no nos importó. Mi esposa y yo llevábamos un par de semanas sin tener sexo, estábamos que ardiamos y nos dijimos que ya encontraríamos oportunidad. Paso el día, la niña en la playa y en las albercas del hotel con su bikini rosa y su cabello en cola de caballo. Al llegar la noche le pusimos un camisón ligero para dormir y su ropa interior. La acostamos y mi esposa y yo salimos al balcón a beber algo y a platicar. Pasaron un par de horas entre cachondeos, besos y tocamientos hasta que nos metimos a la habitación. Mi esposa iba escurriendo y yo más firme que un poste. Nos desvestimos y colocamos al lado de mi nena que dormía ...
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