1. (2) Reflexiones sin bragas


    Fecha: 23/11/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... Virginia al escuchar el grito final desde el pasillo.
    
    -De puta madre –habló Alberto con la respiración agitada.
    
    -Ana, si necesitas una mamporrera me avisas, así te agilizo el trabajo.
    
    -Me haces falta ya. Se ha corrido como un burro y se le ha aflojado la maquinaria.
    
    -Genial –se fue desnudando Virginia para luego subirse a la cama.
    
    -Virgi, ¿qué haces? –no se dio cuenta Alberto.
    
    -Esto –se la chupó con eficacia.
    
    -Ohhhhh, coño…
    
    La chupada se prolongó durante tres minutos. Tiempo para ponerla a tono otra vez.
    
    -Venga, cariño, a por la segunda –le animó Virginia con una palmadita en su culo lechoso.
    
    -Ohhhh, sí… -sin más miramientos, volvió a atravesar a Ana, esta vez con el ímpetu de un mozo salido. Virginia controlaba desde atrás, sin perder detalle del culo de su novio en continuo movimiento. Unos meneos más propensos y eyaculó a todo tren-. ¡OHHHHHHHH, JODER!
    
    -¡COÑO! –se corrió Ana con él.
    
    -Así me gusta –besó Virginia su culito masculino.
    
    -Tengo sofoco. Ahora vuelvo –salió Alberto del cuarto y se encerró en el baño.
    
    -Oye, Ana, follas como una loca –se ...
    ... recreó Virginia en su perfección física. Ana reposaba tumbada, sexy y jadeante-. ¿Puedo preguntarte una cosa?
    
    -Claro.
    
    -¿Eres hetero o bis?
    
    -¿Tú qué quieres que sea? –separó Ana los muslos con intención.
    
    -Joder, Ana, tienes un coño de lujo.
    
    -Pues nada, a comer almeja a la marinera.
    
    No hizo falta más. La lengua de Virginia entró como una serpiente surcando. Ana soltó un gemido de placer auténtico. Serpenteó con la lengua traviesa y fogosa.
    
    -Ohhhh, qué bien…
    
    Del gusto, Ana se despatarró en la cama. No necesitó ni dos minutos para correrse y gritar. Luego Virginia se reincorporó y la besó como premio a su buena corrida.
    
    -Podría enamorarme de ti –se sinceró Ana.
    
    -Ya lo estás.
    
    -¿Y cómo lo sabes?
    
    -Por tu modo de correrte.
    
    -¿Y cómo me he corrido?
    
    -Como una enamorada.
    
    Volvieron a besarse en el mismo momento en que entraba Alberto.
    
    -Venga, chicas, vengo con la polla cargada –la mostró colgando dura.
    
    Ana y Virginia se miraron y rieron.
    
    -¿Chupo yo? –sonreía Ana hermosamente.
    
    -Y yo lo corro con la mano.
    
    Rieron más y surgió otro beso lésbico y amoroso. 
«12»