Relatos eróticos esposos cómplices cap 106 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 106

... un primer empujón, un segundo. Por mi estrechez y por su grosor pensé que nunca entraría, hasta que en el quinto empujón, me entró la mitad de la verga y conciente de que no podía gritar, me comí mi dolor que era horrible y bajando la mano, sentí que aún le quedaba una parte, en éso me metió casi todo por la posición y mirándome a los ojos me besó, empezando a moverse lento disfrutando mi tierno y estrecho cuerpo, mientras yo sin disfrutar me sentía una campeona, pensando que no todas las mujeres tienen la oportunidad de tener una verga de ésa dimensión dentro de su cuerpo.

A los 5 minutos me ví inundada con tanta leche que mi pequeño recipiente rebasaba.

Estuvimos quietos por un momento en que yo pensaba
Mi papá con ésta vergota dentro de mamá me dieron la vida y ahora ése mismo aparato yo lo tengo dentro mío.

Papá : Te dolió mucho hija ?

Yo : No papá, sólo sentí como si me volvían a romper.
Jajaja jajaja nos reímos.

Se pasó todo el descanso acariciando mi cuerpo con sus manos callosas, que en otros casos detestaria, pero era mi padre y con él sólo sería sexo.

Papá : Hija me aguantarías por el culo ?

Me demoré en responderle, pero tenía que decir la verdad.

Yo : Papá es que nunca lo he hecho por allí y me da algo de miedo.

Papá : No importa hija, así lo dejamos.

Yo : Es qué quisiera también probar. Dime mamá te lo aguanta por atrás.

Papá : Es que estando embarazada es más delicado y a tu mamá también le doy por el culo.

Yo : Vamos a ...

... hacerlo papá por qué después tendré 7 meses y será más delicado.

Papá: Está bien hija y por qué tú marido no te hizo el culo. Tan rico que lo tienes.

Yo : No lo sé papá, ni tampoco le pregunté.

Papá : Ok hija arrodíllate y concéntrate por qué el culo duele un poco más y si estás virgen con mayor razón.
Muerde un cojín para que no escuchen si gritas.

Estando arrodillada sentí sus dedos con crema entrar en mi culito. 
Luego sentí su cabeza posecionarse en la entrada de mi culito.
Un empujón, dos, tres y aguanta me dijo y mordiendo el cojín grité con toda mi alma al sentir clarito su tremenda cabeza dentro de mi, pero de valiente seguía arrodilláda.

Papá : Hija, aguantas o lo dejamos para después ?

Yo : Sin poder hablar le indique que siguiera.

Me tomó de la cintura y con otro certero empujón me entró unos centímetros más.
En 5 intervalos me sentí partida en dos, rogando sobrevivir para después disfrutar así cómo mamá.

Papá : Hija, yá lo tienes todo adentro. Se qué hoy no lo disfrutarás, pero quisiera hacerlo yo, por ser el primer culo que rompo en mi vida.

Yo sólo le moví la cabeza decidida a aguantar sus movimientos por unos minutos, hasta sentirme gratificada con su leche en mis tripas.

Aguanté sus movimientos que después me dijo se le salieron de control por la embriaguez de su emoción hasta sentir su leche caliente correr dentro de mí.

Al salirse, sentí mucho dolor y también sentí un olor desagradable, lo cuál me avergonzó, parándome de ...