Relatos eróticos iniciando a mi esposa 17 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos iniciando a mi esposa 17

... concha, ví que lo disfrutaba desde la bola chiquita hasta la más gorda, a la que le hizo un pequeño gesto.

La vimos desfilar con cara de preocupación quebrando su cuerpo exageradamente y es que después nos dijo, que era tratando de acomodar las bolas dentro de ella y lograndolo vimos con satisfacción su cambio de cara y terminando las 5 vueltas con mamada la detuvo y volteandola, le metió por el culo, el otro juego de bolas, que mirándonos reflejaba su cara de dolor y placer, por que era más cómodo que los consoladores.

Vimos nuevamente su preocupación en las 2 primeras vueltas, para luego disfrutar quebrando mucho más su cuerpo y agachada mamarle a Octavio hasta completar sus 5 vueltas.

Luego la detuvo y sacándole las bolas las guardó en su maleta diciéndole que se saque los tacos y calata se tienda en el piso, mientras lo hacía sintió un fuerte latigazo en el piso, causándole escalofríos.

Octavio calato como estaba, se agachó con el látigo en la mano, diciéndole " Amorcito, tú sabías a lo que venías, te has arrepentido " No Octavio estoy esperando que me digas con cuántos latigazos seré castigada. 

Parándose Octavio le dió un fuerte beso en la boca, diciéndo te castigare con 10 latigazos y lanzo el primero cayendo en su espalda, haciéndola gritar y revolcarse en el piso llorando, luego llegó el segundo cayendo en sus piernas, el tercero por sus pechos, el cuarto por sus pantorrillas, el quinto por su cabeza.

En éso Percy se paró agarrándose la cabeza y ...

... nosotros sin mirarlo terminamos nuestro segundo polvo. Pero tuve un momento de reflexión sobre la decisión de ayudar a mi hija a ser puta y ser golpeada como animal. Pero como dice mi mujer, ella sóla pudo ser puta , pero en qué manos caería. En cambio con nosotros está segura 

Octavio siguió con sus latigazos en sexto le cayó en las nalgas, el séptimo otra vez en la espalda, el octavo en sus brazos que protegían su cara, el noveno en la planta de sus pies y ése fué el que dijo María es el más doloroso, por que no permite caminar bien por varios días y es el que nunca deja de pegar y el décimo por su barriga.

Luego guardo su látigo en la maleta mientras ella seguía llorando de dolor y acercándose le dió un beso y allí en el suelo con la verga dura la puso boca abajo, clavándole toda su verga de un sólo golpe, moviéndose cómo lo que es o sea un loco, hasta soltarle toda su leche, tendiendose encima de ella, acariciándola por 2 minutos " Amorcito, te a gustado tu castigo ? Sollozando mi hija le dijo, Si mi amor, si me a gustado.

Se paró y botando el condón lleno de leche, se limpió, se alistó, le pagó y se fué cargando su maleta, llevándolo Percy a su casa.

Con María la recogimos del piso echándola a la cama " Te lo dije hija,  nunca debí permitir que ése maldito te tocara. " " No hables así mamá, yo estoy feliz y no maldigas a quien me hizo conocer ésa felicidad ".

Descansó ésa noche y al medio día se levantó como una mujer empoderada, diciendo " Mamá, cada día ...