1. En mi propia cama, con mi vecino


    Fecha: 17/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... seguía lamiendo mi clítoris con maestría; mientras su dedo entraba cada vez más a fondo en mi ano.En sus manos me sentía una verdadera puta; nunca había experimentado una sensación semejante.Su pija totalmente endurecida ya estaba lista como para coger todos mis orificios; así que me puse en cuatro, mi cara enfrentando a la pared de su casa, para gritar mi placer de perra en celo; como cuando me coge mi adorado esposo…Daniel se ubicó detrás de mi cuerpo y me aferró por las tetas desde atrás. Me las sobó con poca delicadeza, estrujando mis pezones y haciendo que estuvieran a punto de explotar…De repente sus gruesas manos tomaron mis caderas y sentí que apuntaba la punta de su pija directo a mi entrada trasera.Aullé como loca al sentir que esa cosa enorme y dura comenzaba a invadir mi estrecho culo.Daniel me tironeó de los cabellos; preguntándome si me gustaba esa verga rompiéndome el culo. Le dije que me encantaba y que quería todavía más.En una sola y brutal embestida, me la clavó hasta el fondo. Esta vez el dolor reemplazó al placer y grité desaforadamente con toda la capacidad de mis pulmones…Cuando me calmé un poco, sintiendo que mi ano comenzaba a adaptarse al grosor de semejante verga; sucedió algo inesperado.Daniel me bombeaba la cola en silencio; cuando de repente pudimos oír con claridad unos suaves gemidos de placer a través de la pared.Pronto los gemidos se convirtieron en aullidos salvajes y ambos reconocimos el tono de voz de Martha… No estaba sola en ...
    ... casa…Giré mi cabeza para mirar a Daniel: pero él no pareció inmutarse.Todo lo contrario; mientras su delicada mujercita aullaba del otro lado de la pared, él comenzó a bombearme el culo con más ganas, sin piedad; casi con una bronca furiosa…Me reí para mí misma; sabiendo que ese hombre había descubierto que era cornudo, mientras disfrutaba de la estrechez de mi pobre ano…Comencé a aullar de dolor, sin placer; oyendo el respaldo de la cama golpear contra la pared. Ahora sabía lo que sentía Martha, cada vez que semejante macho viril la embestía sin misericordia.Pero esa mujer seguía gritando salvajemente. Yo estaba segura de que no se estaba masturbando sola mientras me escuchaba gritar a mí. Esos salvajes alaridos y maullidos de placer solamente los podía provocar una buena verga bombeándole la concha al estilo perrito.Daniel finalmente me llenó la cola de semen caliente y enseguida se salió de mi cuerpo; dejándome totalmente abatida sobre la cama. Se vistió a las apuradas y salió de mi casa sin despedirse…Segundos después pude oír golpes, insultos, gritos furiosos y cosas que volaban por el aire y se estrellaban contra las paredes.Me acaricié la concha y zambullí un par de dedos a fondo; mientras escuchaba la batahola a través de la pared.Daniel no me había hecho acabar mientras me sodomizaba; así que lo logré en pocos minutos; excitada por la situación en el departamento de mis vecinos.Cuando dejé de temblar con mi propio orgasmo, los ruidos al lado habían cesado por fin.No me ...