1. ELVIA. EN LA CAMIONETA DE MI YERNO


    Fecha: 12/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... yo sólo me encogía de hombros cuando me masajeaba el punto exacto en mi cuello. -“¿Te sientes mejor suegra” me preguntó. -Solo asentí con la cabeza “Mmju” le dije. Yo estaba obsesionada con el tronco, estaba a escasos veinte centímetros de mi cara, se lo media con mi mente. Mientras él poco a poco empezó a tocar mis hombros por debajo de la blusa, me los apretaba, los acariciaba. En un movimiento hizo a un lado el tirante de mi brasiere y lo deslizó por mi brazo, yo no dije nada. Metió su mano y me agarró mi pezón, lo apretó, después empezó a jugar con mis vellos que rodean la areola, los jalaba, los agarraba con sus dedos y los estiraba, luego volvía a retorcerme el pezón. -“Elvia, que ricos pezones tienes, mira como se erectan”. Agarró mi seno y lo empezó a masajear. -“Suegra, que rico, que delicia de tetita”. Yo ya no sabía de mi, bufaba de caliente. Le agarré la verga por el pantalón y se la empecé a tallar, sobadas largas. El se quiso desabrochar el pantalón y le dije: -“No la saque, así déjela, así guardadita” Le empecé a apretar la verga, fuerte, con desesperación, le pasaba la mano por todo el tronco. Estaba parada, mojada. Se la agarré y la agité con furia dentro del pantalón, la movía de un lado a otro. Él me jalaba los vellos de mis pezones, los pellizcaba, -Aahhh mamiiii” gritaba mi yerno. Yo arrecié las sacudidas de su verga, la apretaba sin piedad, ese gordo pedazo de carne me estaba sacando lo que en verdad era, una mujer caliente, reprimida. Alcé la vista ...
    ... mientras se la puñeteaba, lo vi a los ojos y más le daba jalones a esa rica masa de carne. Mi yerno sólo saltaba de su asiento, mirándolo a los ojos le pregunte: -“¿Le gusta?, ¿le gusta así?” Le enseñaba como se la movía, “le gusta cómo se la mueve su suegra? Él solo ponía los ojos en blanco, yo le daba de manazos a su hermosa verga. -“Ande, véngase, enséñeme cómo puede vaciarse”, me levanté de su pecho y le di la lengua. “Deme leche”. Le daba besos húmedos, nos pasábamos la lengua, la saliva. - “Oh Elvia así, así” jadeaba. -“¿Así papi?, ¿Así?” Le enterré las uñas al tronco. -“Uyyy mamita” Se empezó a sacudir, yo lo tenía bien apretado, con las uñas enterradas en esa verga esponjosa, con mi boca en la suya le dije: -“Démela toda, démela”. Bajé la vista a su pantalón y le empezaron a salir borbotones de leche, se la agité más y cuando pensé que lanzaría el chorro más intenso le volví a enterrar las uñas, le mordí los labios. -“Así mi rey, vacíese así, todo, saque todo lo que tenga”. Mi mano quedó mojada, había tenido una venida intensa, el pantalón todo mojado, un gran círculo de caldo manchaba su entrepierna. Él estaba como ido, recargado en su asiento. Me separé de él y me chupé los dedos. -“¿Le gustó?” -“Sí Elvia, fue delicioso” -“Ahora sea buenito y lléveme a la casa” Trató de levantar mi falda pero se lo impedí. -“Quiero que te vengas tu también” me dijo. Yo le respondí, “¿y quien le dijo que no me vine? Estoy bien escurrida. Lléveme a la casa, su mujer y su hijo nos esperan. ...