1. Fabiola


    Fecha: 22/11/2023, Categorías: Lesbianas Tus Relatos Autor: Hypersexual, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... nosotras la tenía así, muy confundida y necesitada de apapachos.
    
    No paraba de llorar y cuando al fin pudo articular palabra, me aseguró que no, que nada de eso era tan significativo como lo que por tantos años calló y nunca se atrevió a decirme por el respeto que me tenía como su mentor y como su jefa... Que me amaba... y que quería decírmelo para liberar esa presión que la había tenido muy inquieta desde hacía mucho tiempo, hasta que se botó el tapón.
    
    Yo quedé "frickeada", pasmada por su confesión. Ciertamente habíamos estado en situaciones algo íntimas luego de que después de algún exceso de copitas me llevara a mi casa -tenía llave de mi casa-, me ayudara a subir escaleras y hasta me desvistiera, me metiera a la ducha, para luego acostarme en mi cama y hasta me masajeara los pies; pero jamás obtuve un indicio de que me quisiera tocar de más o nada que se le pareciera... Se iba hasta que me quedara dormida y hasta el día siguiente me contaba la historia de lo que había pasado... Incluso cuando tuve mi aventura con la Canadiense pudo haberse aprovechado, pero entonces caí que era por eso, por un amor genuino que la hacía hasta espantarme a todos los tipetes que se me acercaban...
    
    Pero no lo podía o no lo quería aceptar... Fabi me inspiró mucha ternura y le pedí que se calmara, que si quería, fuéramos a mi casa para que no la vieran llorar, y se relajara.   Fabi aceptó y no pensé en otra cosa que esperar a que se tranquilizara... Así que salimos y nos fuimos a mi ...
    ... casa.
    
    Todo el trayecto se mantuvo entre llantos y sollozos y ya no decía palabra. Ya en casa le serví un poco de vino y nos sentamos en la sala, la abracé y volvió a su llanto irrefrenable.
    Yo la quiero casi como a una hija y por tanto así la trataba, le acariciaba y secaba sus mejillas; y fue en una de esas, de tan cerca como estábamos, que se acercó aún más, aproximó sus labios y me besó.
    
    No podía rechazarla -o no quería- respondí a su beso y sentí algo en mi cuerpo que no sé explicar... De los besos pasamos a las caricias por todo el cuerpo y la intensidad de nuestra cercanía me hizo que la tomara de la mano y la guiara hasta mi recámara donde nos dejamos caer en la cama con una desesperación y unos jadeos que me prendieron sobremanera.
    
    Estaba con una mujer, estaba con Fabi, pero su pasión no me dejó adentrarme en esa idea porque sus manos me acariciaban por todos lados, por todo el cuerpo y por todos los rincones...
    Fabi me estaba llevando a un mundo que aunque no me era desconocido, me estaba haciendo lubricar y sentirme muy mojada; deseosa de que no se detuviera y de querer sentir mi cuerpo desnudado por esa pasión que nunca pareció masculina, por el contrario, muy de mujer. 
    
    Fabi lloraba y lloraba, repetía que me amaba y dejó de tutearme para decirme muchas veces "¡Te amo!", "¡Te amo!", “¡Te amo!"... 
    
    Fabi me empezó a quitar la ropa y yo excitadamente dejaba que lo hiciera, pero boté ataduras y también la desnudé. Besamos nuestros senos y los chupamos con ...