Mi hermano, su esposa y yo IV. - Relatos Eróticos

Mi hermano, su esposa y yo IV.

Después que el mensaje fue enviado a mi hermano e, tome mi pantalón y zapatos para de nuevo vestirme. Sentado en la mesa de la sala retomaba de nuevo la lectura de hace minutos, sin embargo, fue un grabe error. Los pensamientos que rondaban en mi mente hacían no concentrarme; la sensación que aun tenía en el cuerpo era muy explicita, era como si aun estuviera de tras de mi cuñada, mi mente guardaba la redondez de sus nalgas y lubricación de su vagina, los besos apasionados que nos dimos cuando la cogía hacia que no me concentrará. Saber que mi hermano e, me daba permiso para coger con su esposa era un regalo jamás imaginado. Tal vez en esos momentos mi hermano encontraba la oportunidad de regalarle algo que su hermano menor siempre le pidió, yo, y hacer efectivas las platicas que muchas veces tuvimos a solas; me gusta mucho S, le decía refiriéndome a su esposa, con un poco de pena le decía lo mucho que me gustaba su cuerpo, su forma de hacer el amor y del juego erótico que hacíamos antes de coger; le dije muchas veces que le envidiaba, pude decirle que yo también me imaginaba a el cogiendo con ella, los imaginaba ella subida y gimiendo; le decía quisiera yo tenerla todos los días y cogerla a todos horas. En esa platicas tuve la confianza de pedirle me regalara fotos de ella desnuda, cosa que el siempre me complació en cada oportunidad que tenia, hoy aun tengo muchas de ella y sigo deseándola como la primera vez. Algunas veces visito el ordenador para verla desnuda, cuando ...

... pasa eso le mando mensajes y le pregunto como esta. Que diera por volver a repetir estos momentos que hoy les comparto. Con este paréntesis de antecedentes seguía intentando leer lo que había dejado inconcluso. Pasado un rato fijé la mirada al reloj de mano y pude cerciorarme que eran más de las 3:00, había pasado poco tiempo de ese mensaje que le había mandado a mi hermano cuando volvió de nuevo a sonar el vibrador del celular…era la contestación del mensaje el cual decía: ¿estas despierto aun? S, quiere pasar otro rato contigo, mi corazón no solo se sobresalto leyendo lo que la pantalla mostraba, mi falo también se ponía erecto en espera del majar que se comería. No acababa aun de desprenderme del celular y contestarle a mi hermano que estaba listo, cuando escuche abrirse la puerta de la recamara donde ellos dormían, vi salir a mi cuñada con solo su ropa interior; un camisón y una tanga blanca transparente, descalza como iba se acerco a mi y me dijo que lo siguiera, era una vista espectacular verla por a tras, con la luz del foco de la sala pude ver lo blanca y hermosa que es. Así que la seguí hasta un pequeño espacio de planchado donde tenían dispuesta una cama individual, fue ahí donde me sentó y acercándose suavemente a mi oído me dijo, aquí estaremos mejor. Lo cual interprete como una insinuación para hacer todo lo que quisiéramos, aunque dejó la puerta abierta de ahí no se escucharía nada. Sentado como estaba la tome de la cintura y la acerque a mi, ahora no solo podía ...