...en la terraza del edificio - Relatos Eróticos

...en la terraza del edificio

Esta historia es real y comienza en el año 2012, cuando tenía la edad de los últimos dos dígitos del año. Una chiquilla delgada, cintura fina, un culo bien parado y sobresaliente, plana de pecho, piernas gordas y con 1,40 de estatura. Yo vivía en un departamento junto a mis padres, en el centro de la ciudad. Cabe mencionar que el edificio en el que vivíamos constaba de 7 pisos, sin ascensor, y casi todos los domiciliarios eran personas mayores o padres de familia con hijos. Pues bien, este día en particular mis padres decidieron ir de compras al sur de la ciudad, un viaje que les tomaba cerca de una hora en microbus, por lo que me dijeron que me tocaría quedarme sola y me dieron las indicaciones de siempre: No le abras la puerta a extraños, no salgas del departamento sola, no vayas a la terraza sola y recuerda que la comida está en la nevera para que la calientes en el microondas. Salieron después de almuerzo y me quedé sola en el departamento pensado que hacer el resto de la tarde. 
Ha decir verdad, no tenía ganas de quedarme en el depa, quería salir a la terraza para respirar el aire puro y pasear por los corredores de ahí, pues el lugar era como un laberinto lleno de rejas, tanques de agua, puertas de mallas y muy espacioso (el edificio ocupaba toda una cuadra). Ya sabía que era peligroso que fuera sola, pues solo podías entrar ahí con una llave especial que tenía cada ocupante del edificio, casi siempre estaba desolado, y ya habían atrapado a algunas personas drogándose ...

... en los escondrijos de la terraza. No obstante, y para la edad que tenía, era como ir de excursión. Tomé la decisión de ir, total mis padres tardarían varias horas en volver. No tenían por qué enterarse que salí. Me vestí con ropa cómoda, un vestido ligero y unas sandalias, llevé las llaves de la terraza y salí a explorar. 
No era un día soleado así que al subir pude ver el cielo nublado y sentir el aire fresco golpeando mi rostro. Decidí juntar la puerta y comenzar a andar entre los pasillos del lugar, que por cierto algunas partes parecían no acabar. Logré llegar a una de las esquinas y ahí me asomé apoyándome en el muro que me resguardaba que no cayera. Miré a lo lejos y divisé el río que se alcanzaba a notar a la distancia. Luego de relajarme un rato comencé a observar a los edificios contiguos, hasta que algo llamó mi atención. Había una persona asomada en una ventana, era una chica. No llevaba brasier ni blusa, por lo que noté que tenía los senos al aire. Sentí que estaba siendo morbosa por quedarme viéndola, pero no quería apartar la vista. Ella no me notaba, puesto que desde mi perspectiva ella no lograría verme. Luego noté a alguien detrás de ella, era un chico, tampoco llevaba camisa. En eso vi como él tomaba los pechos de la mujer y los acariciaba, y después había movimiento, por lo que supuse que estaban teniendo sexo. Solo había visto porno un par de veces en mi vida, por lo que ver algo así fue un poco chockeante para mí, no obstante me sentía atraída en seguir ...