1. IRYNA, LA RUSA


    Fecha: 09/11/2018, Categorías: Infidelidad Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues

    ... piso, tras ella, con mi cara demasiado cerca de su trasero, tomé la pollera y la levanté hasta su cintura, una tanga de algodón se perdía entre sus nalgas, era una tipo hilo dental, dejando sus blancas caderas al desnudo, puse una mano en cada cachete, las palmas casi alcanzaban a cubrir sus glúteos. Inconscientemente abrí sus carnes, mi vista se centró en el anillo marrón que quedaba partido al medio por el hilo violeta de la tanga, pero mi sorpresa recién empezaba, los minutos pasaban y yo trataba de abrir más y más, solo tirando las nalgas hacia afuera, lentamente el esfínter de la joven comenzaba a abrirse, y más y cada vez más. Aún yo no hacía nada y su orificio trasero se abría ante mis ojos como una moneda, unos tres centímetros, el hilo pasaba al medio, como si fuera un indefenso puente atravesando un peligroso cráter, evidentemente la rusita no era tan santa como parecía, ella me sacaría de mi letargo diciendo: - Don Pedro, no le gustaría dármela por la colita? Al tiempo que metía dos dedos ensalivados en su dilatado culo, no la hice esperar, me desnudé rápidamente, mi verga estaba dura, escupí en mi mano un par de veces como para lubricarlo, me puse tras ella que esperaba impávida, corrí el hilo dental, apunté y la penetré con asombrosa facilidad por atrás, era el primer sexo anal de mi vida, la sensación me parecía maravillosa, sintiendo su anillo apretando mi verga, se la sacaba cada tanto y mis ojos se llenaban con ese gran agujero dilatado, con el sabor de lo ...
    ... prohibido. Mi maldita rodilla derecha comenzaba a molestarme, tuve que parar y sentarme a su lado, pero nada la detendría a ella, se desnudó rápidamente y vino a subirse sobre mí en cuclillas, con una pierna a cada lado tomó mi miembro y se sentó sobre el volviendo a metérsela en el culo, se movía como una maestra y me daba unos profundos besos, lengua con lengua, miraba sus ojos entrecerrados por al placer a través de esas eróticas gafas de aumento, no podía creer lo que estaba viviendo… Sus mamas eran prácticamente inexistentes, apenas los pequeños pezones asomaban en su huesudo pecho, puse mis manos en ellos y los acaricié con ternura, ella reaccionó favorablemente a mi estimulación acelerando los movimientos y buscando de hacer la penetración anal más profunda, transpiraba, se calentaba, se esforzaba por no gritar. Todo iba bien hasta ese momento, llegaría mi primer fiasco, Iryna se recostó sobre el sillón y me pidió que le lamiera su argolla, me da vergüenza decirlo, me acomodé entre sus piernas e hice lo que pude, estaba nervioso, a pesar de mi edad era un tonto novato en el tema que no sabía bien que hacer, cómo hacerlo, la besé, probé su jugo y mordí su clítoris, al menos eso creo porque noté en su cara gestos de dolor… Después de frustrados intentos la joven se apiadó de mí, fue complaciente entonces me dijo: - Don Pedro, quiero que me coja bien salvaje, lo más loco que se le ocurra… Y lo más loco que se me ocurrió fue levantarla en mis brazos y llevarla contra la ...