1. El albañil


    Fecha: 16/09/2023, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Kevin, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de la cintura y me beso profundamente mientras seguía tocando mí miembro. Y me besaba el cuello. 
    Cuando terminó se sacó la camisa sucia. Tenía un cuerpo muy trabajado. Siguió con su pantalón y su pene estaba erecto, provocando un gran bulto. Tomó mí cabeza y me hizo agachar.
    _ Tragala, sé que la quieres_ sostenía mí cabello con su puño.
    No tuve otra opción que bajarle el boxer. La Verga saltó, era bastante grande. Estaba dura y roja, su cabeza era visible.
    Comencé a chuparla con nervios pero lo mejor que pude, pues aunque estaba ansioso yo sabía que siempre esperaba algo así con José, solo que no muy rápido y rudo. 
    Lamía los testículos de José y pasaba mí lengua por todo lo demás, cuando llegaba hasta la cabeza la succionaba y a José le temblaba la pierna cuando hacía eso. Comenzó a gemir de placer y a meterla en mí boca más rápido mientras gemia más fuerte, se notaba que no había cogido hace mucho. Su piel blanca con pecas se tornaba roja en sus áreas sensibles (rodillas, nariz, frente, su miembro). 
    Me alejó mí cabeza de él y me ordenó que me agache. Le hice caso pensando en que había llegado el momento. José me iba ...
    ... a penetrar. Cómo dije ya había tenido relaciones algunas veces así que mí ano no estaba completamente cerrado. Solo bastó con meter dos dedos para acostumbrarlo.
    José notó que salía con algo de facilidad y no perdió más tiempo, agarró su pene listo para penetrarme. Era curvo así que iba a sentir más dolor.
    La cabeza era grande así que costó un poco entrar al principio y aunque me dolió bastante rápidamente me acostumbré y comencé a sentir que venía el placer, mis piernas temblaban.
    El sacaba y metía su pene lentamente, pero cada vez aumentaba más la velocidad. 
    José estaba muy caliente, en su punto máximo. Tenía la piel hirviendo y sus gemidos eran bastante largos. Me tocaba los pezones con sus dedos mientras me embestía y yo también disfrutaba la situación. Mis piernas temblaban y no pude evitar gritar como un verdadero maricon. No duré mucho y me vine de a tres chorros. José me embistió más rápido y no tardó mucho en venirse dentro mío. Sentía como si semen caliente caía de mí ano abierto con semejante miembro. Era mucho y muy espeso. Ahí estaba de perrito, respirando agitadamente y con el semen de José cayendo al suelo. 
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