1. El secreto de mi suegro


    Fecha: 03/08/2017, Categorías: Gays Autor: Martz Santo, Fuente: CuentoRelatos

    ... tiempo sin descansar y mi jefe me ha sugerido descansar un poco, le preocupa que pueda enfermar y si le pido unas vacaciones me las dará con gusto y quizá me las pague porque ofreció ayudarme para que me animara a tomarlas.
    
    —Pues asunto resuelto y no se hable más nos vamos de vacaciones a Mazatlán y ahora cuéntame a dónde iremos para saber cómo te voy a gozar primero y en qué lugar te haré mío, te daré tanto placer que vas a pedir paz.
    
    Muy animado se puso a describir muchos lugares a donde podríamos ir de visita y estábamos haciendo planes cuando sonó mi teléfono y nos interrumpió de golpe en nuestra fantasía, era mi mujer avisando que su madre se había puesto muy grave y quería que volviéramos.
    
    Le pedí que detuviera el tráiler y le di la noticia, se derrumbó totalmente y entonces si tuve que abrazarlo y sostenerlo porque estuvo a punto de ponerse muy mal, lo bese y correspondió desesperado a mis caricias, lo llevé a la parte trasera y en el fragor de la noche lo desnude totalmente y con mi calor lo calenté poco a poco, recorrí con mis besos todo su cuerpo y lo poseí totalmente aún en su zonas prohibidas.
    
    Le bese en especial las orejas, el culo, las nalgas, los pies, su verga, la cara, la boca, la nuca, las sientes, los ojos, el cuello, todo su cuerpo hasta que ya en mis manos fue como cera que se derrite entre los dedos, lo hice mío y lo seduje con mis palabras acompañadas de ...
    ... caricias, lo cogí de pie, de a perrito, patitas al hombro, de lado y por fin boca abajo hasta que me canse y le dejé el culo lleno de mi leche y luego de vestirnos regresamos al tráiler, llamamos a su patrón y mando un remplazo con una camioneta para que pudiéramos volver y mientras llegaba me lo cogí de nuevo en el camarín que tienen aunque un poco ajustados pero le volví a dar hasta por las orejas y lo hice gemir de nuevo pidiendo más, cuando por fin llegó el remplazo yo tuve que manejar porque el en su estado no era capaz de hacerlo.
    
    Llegamos al hospital apenas a tiempo de despedirse de su esposa y tuve que ocuparme de él y de mi esposa, hacer los trámites para enterrar el cuerpo y pagar lo del hospital, tuvimos que vender su casa para cubrir los gastos y se mudó con nosotros para poder atenderlo.
    
    Desde ese momento vivió en casa y lo atendimos muy bien entre todos, en especial yo dándole gusto a esas nalgas que fueron ya solo mías, fue necesario construir una recamara más y lo hicimos con lo que sobró de la venta de su casa y quedó instalado ahí muy a gusto y siempre lo tuve a la mano para hacerlo feliz, me encantaba estar con él y hacerlo gozar entre mis brazos, era mi mujer y yo lo amé mucho hasta que falleció de un ataque cardíaco que lo arrancó de nuestro lado, todos lo extrañamos desde entonces.
    
    Aún lo extraño pero pronto encontré un reemplazo pero eso lo contaré después. 
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