1. Compartir piso confinados


    Fecha: 27/04/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... esos gemidos y en esos pezones pequeños y duros.
    
    Por la tarde se conectó con su novio por Skype desde el salón. Estuvieron charlando de cualquier cosa mientras trabajaban. En algún momento la cosa se volvió más caliente y empezaron a decirse guarradas.
    
    -Llevo unos shorts, pero sin bragas - le decía-. Sí, mojadísima. Voy a manchar el sofá.
    
    Mi polla por supuesto despertó al escuchar algo tan interesante. Empecé a tocarme mientras centraba mi atención en Alba.
    
    -Me he metido un dedito - seguía, con un susurro cargado de calentura.
    
    Yo procuré levantarme sin hacer ruido y mirar sigilosamente al salón. Ella estaba en el sofá, con auriculares, y el portátil encima de una mesilla de bandeja. Mi polla estaba durísima, pero tenía que andarme con cuidado para no hacer ruidos. Quería ver cómo terminaba.
    
    -Así, dame más, sí - gemía en voz baja -. La calentura estaba en aumento y ella empezaba a moverse con más ritmo. Aunque estaba de espaldas a mí, casi podía ver en mi mente esos dedos masturbando su coño. Tenía la cabeza apoyada en el respaldo del sofá y los ojos cerrados. Jadeando de forma cada vez más sonora.
    
    No sé qué me pasó por la cabeza que decidí hacer algo que podía acabar muy mal. Me acerqué lentamente, sin hacer ruido, y me arrodillé frente a ella. Ya se había quitado los shorts y podía ver su coño en toda su gloria. Tenía el pelo corto, rubio como ella, y estaba tremendamente mojado. Sin pensarlo dos veces, agarré su mano y comencé a comer todo el ...
    ... jugo.
    
    Ella dio un respingo e hizo un primer amago de apartarme. Pero rápidamente pasó a gemir como a zorra que era. En lugar de empujarme lejos, me comenzó a apretar contra su coño mojado. Yo pasaba mi lengua por todo ello, succionaba en su clítoris y ella se retorcía de gusto.
    
    -Así, sí, sí, así, más, más - gemía para mí y para su novio.
    
    Yo comencé a meterle un dedo a la vez que lamía.
    
    -¡Dios! ¡Qué gustazo! - gritaba.
    
    Con mi mano izquierda agarré una teta y apreté su pezón. Sus gemidos eran intensos. Yo estaba alucinando con todo lo mojada que estaba. Estaba disfrutando como un enano. Comencé a pajearme a la vez que comía su coño. Estaba cachondisimo. Me corrí en el suelo con un gemido y ella no tardó en correrse en mi cara. Arqueó la espalda y empujaba con la cadera contra mí.
    
    -Qué rico - dijo al auricular, mirándome a mí con cara de zorra -. No, ha ido a comprar. ¿Te imaginas que me msaturbe así con él al lado? jajaja
    
    Yo me lamía el dedo y gozaba con las vistas.
    
    -Tengo que ir al baño y limpiar esto un poco. Mañana hablamos.
    
    Cerró el ordenador y me miró.
    
    -Eres un cabrón, cómo comes el coño. No deberías haberlo hecho - miró al suelo con mi corrida, no sin dejar de fijarse en mi polla todavía morcillona -. Espero que limpies eso.
    
    -Pues claro - contesté -. Ha sido un impulso, no he pensado.
    
    -Ya...
    
    Sin prisa por vestirse, me miraba pensativa.
    
    -Yo llevo muy caliente hace tiempo, tú al menos tienes con quien compartir tu calentura - le dije.
    
    Esa ...
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