1. Mi sobrino y yo la tía tetona


    Fecha: 26/04/2024, Categorías: Incesto Autor: milkShooter, Fuente: CuentoRelatos

    ... también le pedí una y me mando una de sus jeans con su vergota ahí atorada muy rica y pude dimensionar mejor todo lo grande que era que no podía más. Termine irritada y muy cansada esa noche. No sentí cuando mi marido llego de lo dormida que caí.
    
    Seguimos con chats de ese tipo y a veces algunas fotitos hasta que semanas después le pedí que viniera a mi casa.
    
    No les voy a decir todo se dio perfecto. Fue muy torpe todo tanto el cómo yo. Pero al final estábamos en el sofá besándonos metiéndonos mano el tocaba mis tetas y las manoseaba mientras que yo pasaba mis manos en su jeans sintiendo si verga dura así varios minutos hasta que le dije que se levantara y le baje todo y saltó su verga, me quede paralizada al ver esa verga venuda negra. Solo la mire no sé cuánto tiempo y abrí mi boca y empecé a comerla, no sé como, seguro lo hacía mal porque me decía cosas como, “más despacio tía, sin los dientes tía, use los labios, apriete sus labios, jálemela, chúpela, lámala ahora toda” yo obedecía como esclava y cuando me di cuenta ya la tenía toda babeada y después lo mire y el gemía y si cara de placer me tenía muy mal porque me estaba tocando en ese momento.
    
    El torpemente intentaba tocarme las tetas que apenas alcanzaba ...
    ... y yo sentía su verga caliente que apenas entraba en mi boca y se la sostenía estaba muy mojada escurriendo y se escuchaban los movimientos en mis charco y de su polla mojada con mi boca. Me levante y me abrí de piernas y le dije que me la metiera. Con dificultad empezó a empujar y veía su verga gorda y larga enterrarse en mi ir desapareciendo y nuestros jugos salir de mi. Hasta que le dije ya vamos empújala y me sostuvo de los muslos y empujó fuerte rico que solté un gemido ahogado y como pude le dije vamos más y empero a penetrarme más rápido fuerte y mis tetas a moverse con cada embestida, sentía como su palo se abría paso entre mi coño y hasta mi estómago, sentía como me rellenaba y su carne abría mi vagina con cada metida, yo seguía gimiendo y apenas un minuto o dos se corrió dentro de mi y sentí como me llenó de toda leche, toda esa verga escupía dentro de mi.
    
    Cuando la sacó, veía su palo negro lleno de mi, estaba blanco y yo, desconocida de mi me lancé a limpiarla ¡¡jamás lo habría hecho!! Pero estaba fuera de mí y algunos minutos después empezó a ponerse dura más dura que antes y lo llevé a la cama ahí donde me puse en cuatro y me tomo de las caderas y le decía “dame, dame más duro, lléname de verga sobrino”. 
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