1. Otro reencuentro que termina en sexo grupal y bondage


    Fecha: 25/04/2024, Categorías: Gays Autor: Necko23, Fuente: CuentoRelatos

    Había pasado una semana desde el encuentro con Federico y desde entonces, no volví a saber de él. A pesar de que tenía su tarjeta comercial, me pareció prudente esperar su llamada. Sin embargo, registraba en mi Instagram varios mensajes de Carlos, mi excompañero de colegio y desvirgador en una noche de gemidos de sillón. Me contaba que a pesar de que no podía explicarse como habíamos terminado teniendo sexo, lo único que deseaba era volver a “coger mi culito rosado”. Además, elogió mis fotos en la página de la marroquinería e insistió en juntarnos de nuevo en el departamento de Juan para ver en directo como me quedaban los pantalones de cuero que había modelado. Finalmente, decidimos volver a encontrarnos el sábado siguiente.
    
    Lo que más me gustaba de Carlos era su altura, me llevaba una cabeza . Yo apenas superaba el metro setenta y era delgado, destacaba en mi rostro, unos labios rojos y carnosos herencia de mi madre. Por otro lado, me había dejado crecer el flequillo lacio y castaño un poco más allá de las cejas, por tanto acostumbraba acomodarlo constantemente pasando los dedos por cara. Otro detalle que desdibuja cualquier atisbo varonil eran los enormes lentes de pasta por delante de unos ojos pequeños y almendrados, huidizos al contacto visual.
    
    Pensé que sería más fácil para Carlos, si me presentaba a la cita con un look más binario, acentuando mis rasgos femeninos. Para eso me pinte las uñas de negro y me calce los pantalones de cuero con una campera de ...
    ... hule azul encima de la remera blanca, por último, deje los zapatos por unas zapatillas de lona. Toque timbre, Carlos bajó a abrirme, juntos subimos los tres pisos por escalera.
    
    Mi compañero estaba nervioso, lo tomé de la mano y con el dedo gordo comencé a frotar su palma; cuando entramos al departamento, me estiré y lo besé en la boca delicadamente, él sonrió tímidamente. Me senté en el sofá y mi anfitrión fue por una cerveza a la heladera cuando escuché movimiento en la habitación de Juan.
    
    -¿Está Juan? pregunte contrariado.
    
    -Espero que no te importe, disculpa que no te avise -dijo Carlos sin levantar la vista
    
    -Creo que son cosas que tenés que avisar -conteste frunciendo la boca.
    
    Escuché una puerta correrse, giré la cabeza, Juan estaba de pie en shorts y con el torso desnudo. El entrenamiento policial había logrado efectos en su cuerpo, definitivamente era por lejos más atractivo que Carlos.
    
    Me puse de pie y me acerque a Juan, gire sobre mis pasos y lo roce con la cola, el me pellizco con ganas.
    
    -Mmm, quieto vaquero, usted tiene que esperar su turno-susurre mirando intensamente a sus ojos
    
    -Traiga las esposas y siéntese en la silla -ordene pegando un taconazo en el suelo. Sonriendo y mordiendo la lengua, el policía me entregó las marrocas y tomó asiento poniendo las manos detrás del respaldo. Procedí a esposar y luego me senté en su regazo abrazándolo, y acercando la boca sin permitir que me besara.
    
    -Quieto vaquero -exclame mientras amasaba su pene ...
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