1. La experiencia (2)


    Fecha: 22/04/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: LOORNA, Fuente: CuentoRelatos

    Salí de su casa, asegurándome de cerrar el zaguán.
    
    Al subirme de nuevo al auto me encontraba completamente devastada, despeinada además perdí los tacones y me comí el labial.
    
    Yo no esperaba en esa noche la vivencia y el relato más petardo de mi vida; ¿y qué demonios le sucede? Pensé.
    
    Decidí pasar a una tienda de barrio que descubrí en mi camino a casa, me cogí un par de quintos y una bolsa gorda de patatas. Decidí saciar mi tristeza con un buen atracón para reflexionar el suceso.
    
    Pero qué coñas iba a reflexionar, si me le corrí encima, pensé. En mi mente solo se reproducía una y otra vez la embestida que me ha proporcionado aquel viejo salido de la nada.
    
    El hombre más imposible de encontrarse en las calles por casualidad. Sus manos, sus besos, la fuerza con la que me obligó a cabalgarle, el vestido chorreado, mi orgasmo. ¡Mi orgasmo!, me le oriné encima, dije. Por un momento sentí que me le había meado encima.
    
    Eso me sacó una pena, eso lo arruinó todo.
    
    Decidí abrir el ordenador y revisar mis correos que eran lo más, no paraban de llegar con los reclamos de todas mis amigas preguntándome de todo, decidí hacerme de la vista gorda y me tumbé a la cama a dormir. Al día siguiente, tocó inventar en el pretexto que iba a dar a las amigas todo el camino hacia Uni.
    
    Todo el recuento de lo sucedido en aquella fiesta parecía más un murmuro que sollozaba a lo lejos en lo que yo solo recordaba el sabor de sus besos, sus gemidos, las caricias que me dio y la ...
    ... bombeada que recibí de aquel animal, cuando una de ellas replicó - hoy es despedida de Betty y estás invitada, es en el mismo lugar.
    
    No podía perderme tal oportunidad de encontrarme con ese hombre de nuevo por casualidad o de buscarle, o si? al menos lo debía intentar, así que me fui para casa y me preparé.
    
    Mini corta, blusa ajustada, tacón y labial y una gabardina que rebajara un poco la vestimenta de mujerzuela que traía puesta, decidí que me acercaría a tocar en la casa de ese hombre un poco antes de la hora, qué podría pasar? Que me botara a la mierda y ya.
    
    ¿Otra vez la lluvia a cántaros y como pude le llame el timbre y el hombre atendió asomándose por la ventana —Qué quieres chaval?
    
    —abrid, quiero hablar
    
    —Pasad hombre
    
    Tenía la puerta sin cerrojo puesto y entré, ahí esperé como tonta en la sala unos minutos y hasta que le pregunté —y por qué no bajas?
    
    — y contestó — estoy esperando a que subas tonta
    
    Me ganaron los nervios de tal manera que comencé a ventilarme y a sentir como salía un caliente chorro de flujo de entre mis piernas. Subí lento, es que de verdad estaba muy nerviosa y deseosa, me detuve en el pasillo —no sé a dónde ir— le dije.
    
    -a la izquierda
    
    En esa dirección había un gran espejo dónde me detuve a observarme, mis pechos estaban encendidos, mi falda escurrida de flujos y me temblaban las piernas, así que me acomode el cabello de lado.
    
    Abrí la puerta cuando de repente sentí un jalón y reaccioné ya con mi cuerpo en sus brazos, me cargó ...
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