1. Decía que respetaba a la mujer de los amigos


    Fecha: 02/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: suruminga, Fuente: CuentoRelatos

    Con cierta frecuencia los integrantes de la parte administrativa de la empresa nos reunimos. La vez que fue en la casa-quinta del jefe de departamento, Carlos Soler, duró todo el día; pileta con intervalo para el asado y luego más pileta o juegos hasta el momento de la partida al anochecer. Faltando un rato para el almuerzo se acerca el anfitrión.
    
    - “Entre las presentes el físico de tu mujer se lleva el primer premio”.
    
    - “No sé si tendrá el primer puesto pero tenés razón en que mi señora es una hermosa mujer”.
    
    - “Es así, aparte de su aspecto tiene una manera de moverse, hablar y gestualizar que lleva a la imaginación en direcciones un tanto escabrosas”.
    
    - “Esos enfoques particulares, que cada uno maneja a su antojo, no me parecen tema de charla adecuado siendo el esposo de la dama en cuestión”.
    
    - “Perdón, se me fue la mano fruto del entusiasmo que provoca verla en malla. Teniendo en cuenta la teoría de que todas las mujeres son putas en potencia, hasta que encuentran la oportunidad y ahí concretan su deseo oculto, confiás en ella?”
    
    - “Naturalmente, yo no estaría unido a una mujer de la cual desconfiara. Vivir pensando que tu pareja, en cualquier momento te va a convertir en astado, no es vivir, es estar en el infierno.
    
    - “Entonces descatás totalmente la posibilidad de engaño”.
    
    - “Si hiciera eso estaría negando que es un ser humano. Nadie está exento de un calentón, nadie está inmune a un flechazo que pueda terminar en caída. Mi confianza está que me ...
    ... lo hará saber antes, y juntos, decidir cómo continuar en el futuro”.
    
    Esa charla poco común y fuera de lugar fue un mensaje de alerta; el dueño de casa, divorciado, tenía fama de mujeriego y, según los rumores que circulaban y se renovaban periódicamente, había varias empleadas que se habían abierto de piernas frente a él, sin que el estado civil de las involucradas hubiera representado un mínimo obstáculo. En un primer momento pensé contárselo a Graciela pero en seguida desistí. Hay veces en que el aviso, con intención de prevenir, resulta contraproducente al despertar la curiosidad. Por supuesto iba a centrar mi atención en ambos.
    
    Evidentemente el comentario de mi jefe era el preludio del asedio para conseguir algo más, cosa que se verificó a lo largo del día, con acercamientos, comentarios al oído y en voz baja, roces y algunos intentos de juego en el agua.
    
    Mirando hacia la pileta, veo a mi mujer subir la escalera metálica mientras Carlos pasaba por atrás haciendo que ella se diera vuelta sonriendo. Me lo imaginé haciendo un comentario gracioso y ella mostrando agrado, hasta que, unos metros antes de donde yo estaba, responde al llamado de otra señora que venía atrás. Al darse vuelta observo que la malla dejaba parte de una nalga a la vista con la marca roja de dedos que habrían apretado fuerte. Que el llamado había sido para avisarle de lo que mostraba quedó evidenciado en el movimiento de su mano corriendo la tela para tapar.
    
    Al llegar a mi lado se agachó para ...
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