1. Mi amiga de la Sex-shop


    Fecha: 25/03/2024, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... aunque no aproveché para masturbarme, ya que tenía un poco de prisa, me arreglé y salí hacia el negocio de Silvia.
    
    En el camino me acordé que tenía que comprar un nuevo consolador porque el que tenía no me servía, pero lo dejé para después ya que no tenía en la bolsa dinero suficiente como para ir a una sex-shop (la única que conocía en la ciudad).
    
    Cuando llegué a la dirección señalada, me sorprendió ver ¡que era precisamente una sex-shop!, una que no conocía y aunque al principio dudé que éste fuera el negocio de Silvia, pero los nombres de las calles coincidían al igual que el número del local con los datos que Silvia me dio.
    
    Entré en el local, vi que era algo amplio, con anaqueles llenos de películas XXX pero divididos por temas: pornstars, gays, lesbianas, orgías, etcétera.
    
    En otra parte, estaban los artículos sexuales incluyendo consoladores de todos tamaños y colores, lubricantes, muñecas inflables, entre otros.
    
    Al fondo, ví el mostrador en donde estaba a la misma Silvia en compañía de otra chica atendiendo a los pocos clientes que estaban en el lugar, todos hombres, unos no tan jóvenes que se me quedaban mirando como si fuera un fenómeno, pero pensé que no era común ver a una mujer en un sitios de estos.
    
    Cuando Silvia me divisó me hizo una señal para que me acercara, nos saludamos y le dije que nunca me habría imaginado que fuera la propietaria de una sex-shop.
    
    -Lo que pasa es que me pareció un giro distinto, fuera de lo acostumbrado, tengo casi ...
    ... un año con él y me ha dejado buenas ganancias; mira, el turno termina a las 8 ya que la persona que le tocaba venir se enfermó y la cubrí; y si me esperas podemos divertirnos juntas y hablamos y hacemos lo que quieras, mientras pueden ver lo que quieras y si deseas ver películas, esas van por mi cuenta.
    
    Le agradecí el favor y le comenté que iba a ver los artículos y otras cosas que tenían, ella regresó a seguir atendiendo a su clientela mientras yo miraba admirada unos consoladores de buen tamaño el cual me gustó para usarlo y ponérmelo en la cintura para darle unas cogidas de miedo a mis amigas, pero el precio era algo elevado, por lo que me propuse regresar después por él.
    
    Fui al anaquel de películas y me acerqué en especial a las de lesbianas, vi algunas que me llamaron la atención, aunque también vi el de pornstars y vi a algunas de mis chicas preferidas en posiciones muy sugerentes y cachondas.
    
    La invitación de Silvia a ver películas en los cuartos me pareció atractiva y ella me regaló una monedas especiales para hacer funcionar las pantallas.
    
    Fui a donde se encontraban los cubículos y encontré uno vacío, entré y me acomodé en el sillón, coloqué la primera moneda y vi a una pareja cogiendo en un jardín, el tipo le metía la verga por el culo mientras ella estaba en cuatro patas; cambié el canal y había una orgía de gays, eran cinco putos que estaban cogiendo de distintas maneras, pero le cambié puesto que eso no era lo que deseaba ver; el siguiente canal había ...
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