1. Experiencia de la vida real con mi esposa cachonda


    Fecha: 06/03/2024, Categorías: Voyerismo Autor: cara333, Fuente: CuentoRelatos

    ... pezones duros se dejaban ver en su playerita, me senté junto de ella y puse mi mano en su tanga notando que estaba completamente húmeda.
    
    Mi erección era tal que estuve a punto de quitarme los calzones, cuando en ese momento tocó la esposa de mi primo, mi esposa dijo que la invitara a pasar o ella lo hacía, mi primo dijo que tenía prisa que debía llevarla a su trabajo, se despidió y se fue todo sonrojado. Salimos así como estábamos a despedirlo, su esposa se bajó a saludar y comentó: “wow que cachondos”. La invitamos a pasar, pero explicó que tenía que regresar al trabajo pero saliendo venían a tomar un café y relajarse con nosotros ya que era viernes, lo ameritaba.
    
    Mi primo y su esposa saben y conocen como somos. Yo ya no aguantaba más mi esposa me beso y me metió la mano en los calzones acariciándome el pene enfrente de mis primos, ellos nos vieron con una mirada morbosa y caliente a la vez. Cuando cerró la puerta, nos volteamos a ver con mirada erótica y empezarnos a cachondeamos, estaba tan húmeda que la tanga estaba empapada, yo le metí el dedo a su tanga para buscar su clítoris y me lo chupé saboreando su humedad. Después ella se subió al sillón y al acercarme me bajo los calzones y puso mi pene en su cara, husmeando con su ...
    ... lengua mi pene hasta que lo introdujo a su boca, tocándome los testículos y las nalgas. Entonces le acaricié la espalda hasta llegar a sus pompas, ella me aventó al sillón y quedé bocarriba y ella se sentó en mi cara, poniendo su vagina en mi boca, yo empecé a mover la lengua hasta que la hice venir, sintiendo su líquido en mi cara. Yo le tocaba los pezones sintiéndolos completamente duros y ella no dejaba de gemir.
    
    Luego se acostó bocarriba abriendo las piernas y mostrándome su vagina por completo, e invitándome a penetrarla. Me acerqué y puse mi pene en su clítoris masajeándolo lentamente para que logrará tener otro orgasmo, pero antes de tenerlo fui introduciendo mi pene erecto lentamente en su vagina sintiendo su calor y estrechez. Después me senté en el sillón y ella se subió en mí de frente buscando mi pene para meterlo en su vagina de nuevo. Ella se movía hacia arriba y abajo, haciéndome penetrarla cada vez más, hasta que logró su orgasmo y luego ella, para complacerme, hincó en el sillón levantando sus pompas para que la penetrara en la humedad de su vagina hasta que logró que yo explotara dentro de ella. Al final, después de un sexo salvaje, nos fuimos desnudos a la cocina a preparar algo de comer y con ganas de otra aventura más. 
«12»