1. Mi esposa, la puta de la empresa


    Fecha: 02/03/2024, Categorías: Infidelidad Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos

    ... inmediato al hospital. Al verme lo primero que dijo fue, “¿y mi celular?”.
    
    Se lo entregué sin decir nada. En cierto modo no quería enfrentar la situación. En cierto modo aún no aceptaba que eso estuviera pasando.
    
    Pasaron un par de meses hasta que su recuperación fue total. Por los mensajes y lo que averigué, supe que sus escapadas eran al mediodía generalmente. Tenía 7 amantes, había 3 con los que se veía siempre, lunes, martes y miércoles, y los otros 4 los rotaba a consideración. Me enfoqué en esos tres días.
    
    Al mediodía me iba al motel y me escondía en la calle de enfrente. Al principio fue complicado por el polarizado de los autos, pero después de un par de semanas pude ver un patrón en los autos que entraban. Tenía suficiente material para pedirle el divorcio, pero extrañamente, lo que me motivaba a estar ahí no era la venganza, era el morbo.
    
    Podía ver el lugar en el estacionaban los autos que llevaban a Gaby y su amante de turno. 201. Empecé a pedir el 202. Entraba solo, me pegaba a la pared, quería escuchar.
    
    Que riiico papasitooo, dame duro
    
    Ufff mami que delicia
    
    Soy tu puta mi amor, soy tu putaaaa
    
    La maldita gritaba a todo pulmón. Yo me masturbaba. Lo quise llevar a otro nivel. Contraté una prostituta. Cuando Gaby y su amante de turno entraban yo esperaba unos minutos y entraba después a la habitación 202 con una chica que había contratado, ponía algo de porno y follaba con la puta oyendo las expresiones desesperadas de mi esposa.
    
    Antes del ...
    ... accidente solíamos tener algún sexo rápido una vez cada quince días, casi siempre provocado por mí. Después del accidente no tuvimos más sexo, sin que ella lo supiera, mi rutina se había vuelto seguirla cualquier día de la semana al medio día y oírla desde la habitación contigua mientras me follaba a una prostituta.
    
    Las cosas tomaron un giro un día que escuché más que gritos y gemidos. Fue una charla.
    
    ¿No te da miedo que tu esposo lo sepa? -Decía una voz masculina.
    
    Sí, pero no sé, es algo incontrolable, algo que no consigo con él.
    
    No te excita hacerlo con él.
    
    No, hace tiempo que no.
    
    ¿Y le has dicho algo?
    
    No, simplemente siento que no fluye, siento que no me desea, no es como tú, que cuando me ves en el pasillo del trabajo me comes con la mirada, que me metes los dedos con sevicia, que me follas con intención, él hace mucho que no hace eso.
    
    ¿Y no tiene problema con vivir en la infidelidad?
    
    Nah, la vida es solo una… ven, métemela antes de irnos que tengo una reunión aburrida ahora.
    
    Esa misma noche decidí tomar acción. Los niños los mandé para donde los abuelos, compré un par de juguetes sexuales y una ropa caliente para ella. La recogí como siempre a la salida de su trabajo, la misma rutina que había hecho inocentemente durante años sin saber que mi mujer era la puta de su empresa.
    
    No conduje a nuestra casa como era de costumbre. Tomé rumbo a un motel, uno distinto al que ella frecuentaba por supuesto. El que estuviera tomando una nueva actitud ...