1. Irma, mi dulce niña


    Fecha: 29/02/2024, Categorías: Hetero Autor: eedwon, Fuente: CuentoRelatos

    Este relato tiene que ver con Irma, espero que lo disfruten.
    
    Pues bien, como recordaran en el relato anterior les platiqué sobre el primer encuentro entre Irma y yo. Después de esa primera vez, durante la semana estuvimos en contacto vía celular, por las noches hablábamos por horas, contando nuestro día a día. Al escuchar su voz siempre venía a mi mente sus gemidos de aquella vez e Irma se daba cuenta porque siempre me bajaba de mi nube, me decía que dejara de imaginar cosas y que mejor le pusiera atención.
    
    En una de esas pláticas Irma me invitó a una de sus prácticas con el grupo de porristas, sería el día sábado por la mañana, así que no tenía ningún impedimento para ir. Acordé pasar por ella a las nueve de la mañana, y tal cual, estaba puntual a esa hora esperando a que saliera de su casa. No tardé mucho esperando, cuando vi salir a Irma. Por un momento me quedé embelesado, para la práctica de ese día Irma llevaba puesta una blusa negra, nada del otro mundo, pero sí llevaba una microfalda azul de lycra, que a duras penas le llegaba a media pierna y yo teniendo como debilidad las piernas de las mujeres no pude dejar de mirárselas, tanto así que se me olvidó salir de mi auto para abrirle la puerta, estaba totalmente absorto, que fue ella quien me regresó a la Tierra.
    
    -Hey – dando dos aplausos- Tierra llamando a Samuel, Tierra llamando a Samuel.
    
    -Ho… hola… perdón, no sé qué me pasó, me quedé ido- haciendo un movimiento para ayudarla con la maleta que ...
    ... cargaba.
    
    - ¿A poco?, no me di cuenta – ella se rio.
    
    Para eso, Irma ya se había subido al auto, por lo que al estar sentada no sé si no se dio cuenta o lo hizo a propósito, pero su falda quedó enrollada más arriba, dejándome ver el triangulito de su panochita cubierta con su ropa interior de color azul. Vaya imagen que tenía para mí solo.
    
    -Y bien, ¿dónde será tu práctica? – le pregunté.
    
    - En mi escuela, tenemos un gimnasio para nuestras prácticas.
    
    - ¿Y les permiten la entrada en día sábado?
    
    - Sí, el director nos autorizó la entrada los sábados también, porque entre semana se nos dificulta poder practicar porque a veces está ocupado el gimnasio.
    
    - Oh, ya veo. Entonces vayamos hacia allá.
    
    Encendí el auto y nos dirigimos a su escuela, la cual en vehículo nos quedaba aproximadamente a 30 minutos debido a que había unos cuantos semáforos. Durante el trayecto estuvimos platicando de varias cosas, de ella y de mí principalmente, por lo que constantemente volteaba a verla. No cabe duda que era hermosa, su cuerpo en general era una exquisitez, así que no podía perder la oportunidad de poder tocarla. En una parada por el semáforo rojo puse mi mano sobre mi pierna, Irma no se inmutó, al contrario, siguió conversando como si nada. En otra parada por el semáforo, apreté un poco su pierna, pero ahora cerca del borde de su falda, ella solo se mordió el labio, pero tuve que quitar mi mano porque el semáforo cambió a verde. En un tercer intento, sí, en otro semáforo en rojo, ahora ...
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