1. Ignacio un gran juez


    Fecha: 17/02/2024, Categorías: No Consentido Autor: Thorman, Fuente: CuentoRelatos

    ... cara a cara a ratos. La Sara llego a mojar e Ignacio descargó una generosa corrida interna con un brutal sonido gutural. Ignacio se levantó y ella también. Vio como la lefa le llegaba a los muslos. Ella dijo:
    
    -Vaya con el viejito, encima todo adentro.
    
    -Ya te preñaron, por tonta, espero hayas aprendido la lección. Te hecho un favor por tu padre. Ahora tengo que irme a mi habitación, quiero dormir.
    
    -No veas que vicioso eres...
    
    -Calladita, te conviene y te has corrido bien por muy viejo que yo sea-dijo en tono imperativo Ignacio.
    
    Ignacio pensó que decía lo de antes porque antes de follarla la había puesto en mamada profunda, Incluso le hizo succionar los testículos. Y se dijo a si mismo " Niñata desagradecida".
    
    Ignacio hacia viajes secretos profesionales a comisarías una vez al mes. Ya que estaba por la zona aprovecharía la ocasión para saludar al sargento Imelda. Nada más llegar Imelda lo invitó a un puro (requisado en aduana) y empezaron a fumar.
    
    -Qué tal la familia -preguntó Ignacio.
    
    -Bien, la semana pasada tuve mi segundo nieto. Es lo máximo, estar con los tuyos, pero tú sabes más que yo de eso.
    
    -Si, yo tengo tres, por cierto tengo que llevar un regalo para el mayor.
    
    -Siento la muerte de tu padre. Tu madre me informó que tenías que ir a verla y me remarcó que Pepe te quería dar las gracias en persona por lo de su hija.
    
    -Sí fue muy emotivo y lo de Pepe entrañable, me gusta ayudar a los amigos -esto último el juez Ignacio lo dijo con un deje ...
    ... de hastío -ha llevado mal suerte, primero su mujer, ahora su hija.
    
    -Es un perdedor, no hay más -dijo contundente el sargento.
    
    -Qué tal por aquí, vengo en calidad de juez, si puedo arreglar algo o ver vuestro trabajo.
    
    -Hemos pillado una chica con estupefacientes, pueden caerle unos dos años. No colabora mucho, es chula e irreverente. Y no está nada mal -esto último lo dijo con una mirada de complicidad al juez- la tenemos en la sala de reuniones.
    
    -¿Reuniones? -preguntó extrañado el juez.
    
    -Si, ya sabes, sin nada grabado ni testigos, abajo en el sótano. ¿Te apetece estar presente, también hay un cristal oscuro, tranquilo.
    
    -Si, lo sé... se colocó para más disimulo para nosotros, me dijiste. Si vamos allá.
    
    Bajaron a un pasillo oscuro que daba a una pequeña habitación con sillas. Delante un cristal donde podía observarse una mesa con unas cuantas sillas. En una de ellas una chica sobre la treintena de facciones agraciadas, su melena morena estaba despeinada, en sus brazos se veían tatuajes y brazaletes. Su camiseta delataba buenos pechos.
    
    -Supongo que tenéis su ficha -dijo al juez.
    
    -Si, se llama **** de 31 años, actualmente no se le reconoce ningún oficio, ha trabajado en pubs, discos y masajes.
    
    -Entiendo que es puta -remarcó el juez.
    
    -No que sepamos, pero es obvio que sabrá manejar un rabo -y soltó una carcajada.
    
    Respondía las preguntas con altivez y chulería, se notaba que estaba curtida.
    
    -¿Tiene antecedentes? -preguntó el juez.
    
    -Si, pero ...