1. Masajista a domicilio. Fetiche médico, masaje y sexo


    Fecha: 28/01/2024, Categorías: Fetichismo Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    ... espera un momento. -dijo Sara poniéndose una mascarilla y dirigiéndose a la habitación de la paciente.
    
    Javier aprovechó la espera para echar una ojeada a su alrededor.
    
    -Ok. Si no te importa y puedes pincharla sería perfecto, así nos ahorramos la visita al practicante.
    
    -¿Ahora entonces?
    
    -Sí, vamos a la habitación. Mejor póngase una mascarilla. -dijo ofreciéndole una.
    
    -Vale, gracias.
    
    La habitación había sido recientemente ventilada. En una cesta de mimbre se mezclaban camisetas blancas y un pijama de flores húmedo. También había una mesilla junto a la cama con una lámpara cuya bombilla era de color azul oscuro y un paquete de pañuelos de usar y tirar. Amelia, tapada hasta el cuello por un edredón tenía el rostro colorado y la frente tapada por un paño blanco que ya se había secado. La escasa luz que se colaba por la ventana se complementaba con la que provenía de la lámpara que colgaba del techo.
    
    -Podemos preparar la medicina ahí. -dijo Sara señalando una mesa de escritorio y depositando la bolsa de la farmacia.
    
    -¿Algodón? ¿Alcohol? -preguntó Javier.
    
    -Sí, ahora los traigo.
    
    El masajista miró a Amelia.
    
    -¿Qué tal estás?
    
    -Ya ves.
    
    -Bueno, en cuanto te pongamos la medicina verás como mejoras. -dijo mientras sacaba la caja con los viales, la jeringa, la aguja y los supositorios.
    
    Amalia, como en un sueño siguió el proceso de preparación y no pudo evitar contraer las nalgas ante la aparición de la aguja.
    
    -Ya está listo. -anunció el ...
    ... ayudante.
    
    Sara se acercó a la cama y retiró el edredón.
    
    -Date la vuelta.
    
    La paciente obedeció y quedó tumbada en pijama, boca abajo. La tela de los pantalones arrugados se colaba en la glotona rajita de manera sensual.
    
    -Bájate los pantalones. -ordenó la directora.
    
    Amelia tosió, deslizó los pulgares por debajo del pijama y tirando de la tela descubrió, ruborizándose, su culete húmedo por el sudor.
    
    Lo siguiente que notó la enferma fue el fuerte olor a alcohol seguido del tacto del mismo mientras frotaban la parte superior y exterior de su nalga derecha. Una gota de alcohol, caprichosa, se deslizó hacia abajo desembocando en el ano.
    
    Amelia apretó el culo.
    
    -Relájate. -susurró Sara acariciando el cabello de su compañera.
    
    La paciente obedeció y Javier aprovechó el momento para clavar la aguja en el glúteo. A continuación, lentamente, apretó el émbolo de plástico y el líquido empezó a entrar en el cuerpo causando una mezcla de dolor y escozor. Amelia se mordió el labio inferior dispuesta a aguantar.
    
    -Se acabó. -dijo unos segundos después el hombre extrayendo la aguja y aplicando el algodón desinfectado sobre un puntito de sangre.
    
    -Tíralo en la papelera. -indicó Sara señalando un cubo de plástico dónde yacían, arrugados, papeles con mocos.
    
    -Ahora el supositorio. -informó a la paciente su compañera.
    
    -Espero fuera. -dijo el masajista dejando la habitación.
    
    -Te pongo un poco de vaselina con el dedo, así...
    
    -Sí, yo...
    
    Las palabras se perdieron al ...