1. PARQUE INFANTIL 4. Probando con mi sobrinita (Continuación de “PAEQUE INFANTIL”)


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: mecatronico, Fuente: SexoSinTabues

    ... especie en todo su esplendor: La Sexualidad Humana, puesta allí sabiamente por Dios para nuestro disfrute, sin ataduras ni complejos, sin tabúes ni pecados, sin prejuicios ni reproches, sencillamente plana y placenteramente disfrutable. Luego de aquel sublime momento, su pulso y temperatura bajaron un poco pero yo la veía a través de la cámara aún teniendo contracciones en su pelvis y apretando las piernitas contra el muñeco, como en una especie de “meseta” de placer. Reduje la vibración de nuevo a 120 Hz. mientras ella permanecía absorta disfrutando su experiencia y los diferentes movimientos del muñeco, cuando vi de nuevo un aumento súbito de su pulso y temperatura, señal inequívoca del arribo de su segundo orgasmo; entonces aceleré el vibrador al máximo y ella inició de nuevo sus convulsiones brincando sobre el muñeco desaforadamente, sus gemidos se convertían en gritos de placer que yo ahogué subiéndole el volumen a la música para que no pudieran oírla. Yo subía y bajaba repetidamente las vibraciones mientras ella restregaba su pequeña vagina contra la silla repitiendo rítmicamente esos preciosos movimientos de la pelvis, adelante y atrás, que tanto nos encantan a los hombres o por lo menos a mi, me parece lo más excitante en cuanto a expresiones corporales femeninas, evidencia irrefutable de su goce infinito y obviamente del mío, pues estaba en tal estado de erección que aunque no me estaba tocando ...
    ... siquiera por tener las manos ocupadas en el control remoto, sentía tanta excitación viendo todo aquello, que no pude evitar correrme desaforadamente, eyaculando a borbotones dentro de mis jeans; estábamos los dos disfrutando a bocanadas el más delicioso y exquisito placer a cuenta de nuestro adorado unicornio regordete y la increíble naturaleza humana, capaz de sentir y vivir todo este placer sin hacer ningún mal a nadie; solo goce y disfrute a manos llenas. Mientras yo terminaba mi orgasmo, ella se había calmado un poco pero permanecía absorta con sus ojitos cerrados de cara al cielo, como esperando la más leve señal para dispararse de nuevo y así fue; con solo subir la frecuencia del vibrador y sacudir un poco el muñeco se volvieron a subir rápidamente los parámetros fisiológicos y entró en su tercer orgasmo, aún más poderoso que los anteriores, de sacudía adelante y atrás apretando su vagina contra la silla y gimiendo a gritos como pidiéndome que nunca parara de mover aquella increíble fábrica de orgasmos que ahora tenía ya la aprobación total del piloto de pruebas; luego de un rato de descanso sobre el muñeco se bajaba jadeante, con sus piernitas temblando pero jubilosa y feliz. Solo me dio las gracias y me encargó que la siguiera invitando más seguido a probar mis máquinas. Entonces era hora de sacar al mercado de los parques mi maravilloso invento que muy a pesar mío y por obvias razones no podía patentar. 
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