1. Patitas con leche


    Fecha: 24/12/2023, Categorías: Fetichismo Autor: Ishtar, Fuente: CuentoRelatos

    ... respingo.
    
    Me puso en cuatro extremidades y me lamió el ano. Sentí riquísimo y vino a mi recuerdo la vez que mi tío Efraín lo hizo. Ya sabía lo que seguía… y que no le permití a mi tío, pero ¿cómo negárselo a mi papito?
    
    –Nadie me ha tomado por allí, papi, pero si tú quieres, lo hacemos …–le dije con voz melosa y condescendiente.
    
    –Sabes que no te lastimaría, mi nenita. Voy a ponerte lubricante –contestó después de sacar la punta de la lengua que me había enterrado en el culo.
    
    Sacó una crema que, según leí contenía, entre otras cosas, vaselina y lidocaína, la cual me fue poniendo suavemente, entró completo un dedo, luego dos y después, sin sentir dolor, pero sí mucha arrechura, tenía tres dedos adentro y papi moviendo su muñeca en círculos. Me abrazó masajeando mis tetas y sentí su glande en la entrada de mi ano. Yo misma me hice para atrás para ensartarme pronto. ¡Era increíble que, en lugar de dolor sentí un nuevo placer! Me bombeó y lo acompañé en el movimiento y tuve un orgasmo. ...
    ... Papi seguía con la tranca tiesa y me dio la vuelta (Mar dice que como si fuera pollita en un rosticero, ¡y sí!) y puso mis talones sobre sus hombros. Luego, me tomó de las manos y se acostó, al tiempo que a mi me sentaba en su pija. “No es malo el empalamiento”, pensé, e instintivamente me puse a cabalgar, hasta que caí rendida al tercer orgasmo seguido y sentir su semen en mis tripas, como una de las lavativas que me ponía papá cuando me enfermaba. Con el pene aún dentro lo besé y le dije “No me dolió y sí me gustó. ¿Lo hice bien, papá?”, pregunté. “Sí, m’hijta, estuviste muy bien”, luego, al salirse el pene, se escuchó el ruido de un descorche y me salió gas, esperma y excremento. Papi tomó una toallita húmeda y me limpió cuidadosamente, como cuando era niña. “Gracias, papito”, dije como aquellos tiempos.
    
    Papi me dio una pomada, “Ponte un poquito, si al rato te duele”. No la necesité, más bien, no fue molestia lo que sentí más tarde, sino un dulce recordatorio de la protección paternal. 
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