1. Seducida por su prima


    Fecha: 01/12/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    Sábado 12 de agosto de 1972. Rebeca subía una cuesta de tierra en su Mini de color verde y se encontró con un carrillo tirado por un caballo que llevaba su dueño por las bridas. Cómo el camino era tan estrecho que no daba para adelantar tuvo que parar. Echó el freno de mano. Apagó el auto y le dejó puesta la primera. Encendió un Winston y se iba a armar de paciencia, pero el hombre sacó el carrillo de camino y con una mano le hizo señales para que continuase. La muchacha se puso en marcha y poco después atravesaba la plaza del pueblo muy lentamente para darles tiempo a que se apartasen los niños que allí jugaban.
    
    Aparcó delante de una taberna. Los niños que antes jugaban en la plaza del pueblo rodearon el Mini, pues no era frecuente ver un coche en un pueblo con poco más de 50 casas y rodeada de montes.
    
    Rebeca era alta, delgada, de ojos negros, cabello castaño oscuro, delgada, con buenas tetas y buen culo. Vestía con una blusa blanca y un pantalón vaquero ceñido y calzaba unos zapatos marrones con muy poco tacón.
    
    Salió del coche. Los niños al verla vestida de aquella manera, con coche y al ver sus labios y sus uñas pintadas de rojo, cosa que en el pueblo ninguna mujer pintaba, pensaron que era una millonaria que se había extraviado. Tres chavalas vestidas con sus ropas de a diario que se sentaban en un banco de piedra vieron a una bruja. Los mozos que salieran a la puerta de la taberna vieron a un sueño inalcanzable y una vieja que venía del río, refunfuñó Dios sabe ...
    ... qué cuando la vio.
    
    Entró en la taberna, para lo que se tuvieron que apartar los mozos. Al llegar al mostrador le preguntó la tabernera:
    
    -¿En qué te puedo ayudar?
    
    -¿No me reconoce?
    
    -¿Debía?
    
    -Soy su sobrina Rebeca, la hija de su hermano Antonio.
    
    A la tabernera se le iluminó la cara.
    
    -¡Rebeca! ¡¡Cómo has cambiado!! -salió de detrás del mostrador, la abrazó y le dio dos besos-. ¿Cuántos años hace que no vienes de visita?
    
    -Doce años. Madrid está muy lejos y cómo no tenía coche...
    
    -Estás muy guapa. ¿Cuántos días te vas a quedar?
    
    -Una semana, si es que tiene sitio, tía Carmen.
    
    -De puertas para dentro todas son camas.
    
    -Voy a coger la maleta.
    
    -Coge, y quita el coche de ahí y mételo en el cobertizo, que hay gente con mucha envidia y muchas piedras en el camino.
    
    A las nueve de la noche volvió la prima de Rebeca del monte con el rebaño de cabras de su madre. Vio el mini y a su prima que había ido al coche a coger un mechero.
    
    -¡Rebeca! ¡¡Cuánto tiempo!!
    
    -Tú debes ser Carmiña. ¿Cómo me has reconocido?
    
    -Tus ojos son los mismos, prima.
    
    Carmiña era una muchacha muy morena, gordita y más bien baja. Sus ojos eran de color avellana, sus tetas y su culo eran gordos y su cara redonda parecía la de un ángel.
    
    Esa noche cenaron, lo hicieron después de cerrar la taberna. Rebeca le habló a su tía, a su tío, a su prima y a sus abuelos de su vida y de la vida de sus padres. Luego se fueron a dormir.
    
    La casa era de dos pisos, en el piso de abajo ...
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