1. El alcohol nos orillo a tener sexo


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Incesto Autor: MunKun, Fuente: SexoSinTabues

    Este relato que voy a contar es real y me ocurrió a los 16, solo con algunos detalles adheridos (ya verán porque :v). Hace un par de meses vino una prima a la CDMX, donde yo vivo. Mi prima (a quien llamaremos Laura) y yo teníamos mucho tiempo sin vernos, alrededor de 2 años, por lo que, no me esperaba los cambios físicos que tuvo. Cuando pase a recogerla a la estación de camiones ella me recibió muy cariñosa, con un abrazo muy fuerte y un beso en los labios (era nuestra costumbre desde pequeños, pero pensé que después de pasar 2 años lo iba a dejar de lado por el hecho de la pubertad y de este dicho mexicano de “a la prima se la arrima y a la prima hermana con más ganas :v) por lo que me quede un poco sorprendido cuando me lo dio. En el camino a casa para dejar sus maletas e ir por algo de comer, me fue contando que estaba pasando por un par de problemas normales en la pubertad, el hecho de que tenia la regla un poco desequilibrada y que sus pechos eran demasiado grandes para su gusto, lo cual le provocaba dolores de espalda e incomodidad. M- A mí me gustan mucho, siéndote honesto, los tienes de un tamaño que, si yo fuera tu novio, amaría. L- ¿En serio? M- Si, de hecho, si yo fuera tu novio llegaría a la casa a hacerte mía. Esperando una mala reacción de ella como una bofetada o algo que me señalara que ya había cruzado la línea ella solo se ruborizo y me cambio el tema a las cosas que había hecho durante el tiempo que no nos habíamos visto. Honestamente yo he sentido cosas ...
    ... por mi prima desde que somos pequeños y el ver sus grandes pechos me hizo reafirmar mis sentimientos por ella, además, tomando en cuenta que sus pechos me habían encantado yo ya no la veía como mi prima, la veía como una mujer. Llegamos a casa de mi abuela y ella se fue a cambiar para poder ir a comer, cuando salió se me hizo agua la boca. Llevaba un short a la altura del muslo que dejaba ver unas piernas torneadas y un culito rico y una blusa que le quedaba chica, ergo, marcaba sus tetas demasiado, a tal grado que se le veían sus pezones. Cuando ella vio mi cara me dijo que si eso estaba bien, a lo cual yo le respondí que mostraba un poco de más, pero que si quería estar así (porque he de aceptarlo, hacía un calor infernal ya que estábamos a mediados de verano y era de tarde) que nos podíamos quedar en mi casa y que podríamos pedir pizza y ver películas. Ella acepto de muy buena manera. Cuando íbamos de camino a mi casa, el transporte que tomamos iba excesivamente lleno, por lo que nos tuvimos que pegar demasiado, a tal grado que sus pechos iban muy pegados a mí. En una de esas, el metro dio un freno muy fuerte y yo (por “accidente”) le di un rico arrimón a mi prima, la cual se dio cuenta al sentir mi pene duro en su culito. L- Mun, tienes que tener cuidado, casi me tiras. M- Lo siento, fue el frenon. Llegamos a mi casa y yo tenía la verga a punto de explotar, la verdad estaba muy excitado, al llegar lo primero que hicimos fue mover mi tele a la sala para poder ver películas ...
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