Algo salió mal - Relatos Eróticos

Algo salió mal

Soy una joven de 21 años y hace unos meses que nos fuimos a vivir juntos con mi pareja.
Alquilamos un departamento en uno de varios monoblock. Mauro, mi pareja, disfruta mucho cuando cojemos a diario y grita y me hace gritar también.
Parece que el vecino, un muchacho de 28 años que vive solo y tiene un perro negro grandote, nos escucho varias veces.
Trabaja en un súper de la zona y estudia de noche, así que raro verlo.
La semana pasada me lo cruce por primera vez que volvía de correr con el perro. En pantalón corto, con el torso desnudo y la remera enrollada en una mano
Parecían dos criaturas jugando. Subieron la escalera, ya que ambos compartimos un sector del segundo piso, tratando de ganarle al perro.
Llegó un segundo antes que el perro y se empezo a reír, haciendo burla al perro.
Me quedé hipnotizada mirando a ese macho hermoso y musculoso que jugaba con su perro como si fueran dos chicos. El perro siguió de largo y se puso a tomar agua de un tarro que tiene en la puerta y el me vio que estaba mirando su cuerpo
- Uh, disculpa venimos de correr, por eso con calor y transpirados, dijo estirando su mano para saludar, después de secarla con la remera.
Le tomé la mano, pero me acerque y poniéndome de puntillas ya que es bastante alto, le plante un beso en la mejilla.
Le hubiese dado un abrazo para sentir ese cuerpo sudoroso y caliente, pero me contuve a duras penas
- No nos conocíamos, dijo, soy Zami bah Zamudio pero todos me llaman Zami. Se presentó
- Soy Carla, y ...

... sí somos nuevos acá. No nos habíamos cruzado.
- Savia que eran dos porque me quedo estudiando de noche y los he escuchado
En el acto entendí y me puse colorada 
- Con mi novia, mi ex ahora, también hemos hecho ruido y hasta se han quejado los viejos, se reía de su comentario
- Disculpa no queríamos molestar, le dije como disculpa
- Al contrario,envidia me da ja ja ja ja ja, quien pudiera. Sos muy linda es entendible, dijo mirándome con lujuria o eso entendí yo.
- Vos estás muy lindo, le dije sin pensar, no se porque nadie se da cuenta.
- Vos decís? Sos amable
La charla quedó así ese día porque mi pareja llegaba en poco más.
Casi una semana después, el domingo que mi esposo se va a jugar al fútbol toda la tarde. Me animé y prepare el termo con agua caliente y un mate, saqué una silla al pasillo y me quedé pensando si llamar o no a su puerta. No pasaron dos minutos que se asomó. Otra vez tenía solo un pantalón corto como única prenda y otra vez su figura me cautivó.
- Hola Carla! Saludo sonriendo
- Hola Zami, querés tomar un mate? Le ofrecí y aceptó
Se sentó en el piso con las rodillas recogidas y me quedé helada. Se le veía muy bien una poronga bastante linda en medio de una pelambres negra y apoyada en un par de huevos más que importantes. La vista fija y la mirada perdida en esa maravilla me delataron. Tomó su mate y cuando me devolvió, se sonreía malicioso sin decir nada
- Tu esposo? Preguntó
- Es mi pareja, lo corregí. Domingo fútbol, le comenté sin dejar de ...