1. Luis, Jacobo y un verano 24 Probando otro agujero


    Fecha: 17/09/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... resultado y deseaba regresar a casa para probarme todas las braguitas, también porque el pubis me picaba un poco y quería darme el aceite como me había aconsejado Adrian. Jacobo se empecinó en que quería estar en la fiesta que darían su hermano y Julio, a mí también me apetecía sin más, no tenía un excesivo interés para ver como chicos y chicas se sobaban para calentarse y terminaban tirados follando donde pudieran, lo que yo quería era que llegara la hora de ir a nuestras habitaciones y Julio viera mi regalo. Bruno cedió a la presión de Jacobo, siempre que no les estropeáramos la fiesta y lleváramos nuestras chicas. Pensé que era una condición que no podríamos cumplir y era la forma de que nos autoexcluyéramos. Pero él no contó con la voluntad terca de Jacobo, dos días más tarde teníamos dos acompañantes, faltaba otra chica para Felipe pero lo obviamos, confiamos en que no se darían cuenta. Habíamos salido en un descanso de clases al patio, Felipe y yo buscamos con la mirada a Jacobo, estaba hablando con dos chicas de otro curso, uno superior a nosotros, fuimos donde él. -Entonces quedamos de acuerdo y nos acompañáis a la fiesta. –Jacobo había encontrado el modo de que dos chicas, mayores que nosotros, estuvieran dispuestas a acompañar en una fiesta a tres chicos que no les interesaban para nada. Sabían como todo el mundo en el colegio que a nosotros nos gustaban los chicos, que éramos de la otra acera. -Cómo las has convencido para que nos acompañen. –se me ocurrió ...
    ... preguntarle. -Ha sido muy fácil, solo he tenido que decirles que esa fiesta es por el cumple de Bruno y Julio, están loquitas por que las miren, como todas las chavalas, ¿no te fijas? -me daba cuenta pero no quería confirmarlo, sabía que los dos atractivos y varoniles chicos eran golosinas para ellas. Llegaron a la fiesta cuando ya había llegado bastante gente, llamaron a Jacobo antes por teléfono y las salimos a recibir a la calle. Tengo que admitir que Elena y Tamara no tenían nada que envidiar a las chicas mayores de la fiesta, y aunque no me llamen las mujeres sexualmente las encontraba realmente bonitas, deseables para cualquier macho. Salió un hombre que las acompañaba, supongo que el padre de una de ellas que miró detenidamente los alrededores y la casa, también a nosotros tres. Nos debió ver de confianza, imaginaría que las jóvenes estarían seguras con unos chicos como nosotros. -Pasarlo bien y no os excedáis en beber ni en otras cosas. –miraba a Tamara que parecía ser la hija y más comedida que Elena en el vestir. A la hija de su amiga se la comía con la mirada. Las metimos por la puerta trasera de la casa de mis primos, donde se celebraba la fiesta, las luces del jardín estaban encendidas aunque la piscina no funcionaba aún, la estaban preparando y para que nadie cayera la habían puesto unas cintas de plástico de las que usan en las obras como aviso del peligro. Cogimos unas cervezas en la cocina para beberlas de la misma lata, aunque había vasos de plástico. En la cocina ...
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