1. Luis, Jacobo y un verano 24 Probando otro agujero


    Fecha: 17/09/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... nueva apariencia, en esa parte de mi cuerpo, fuera mi regalo de cumpleaños para él. Coordinó las fechas y un día que no tenía ballet me llevó con ella y la tía a su salón de belleza. Iba un poco cohibido pero contento de que se me concediera mi deseo, los pelitos del ombligo los había hecho desparecer con una tirita de cera fría, como ella dijo resulto muy fácil. Era un salón grande y tenían servicio para mujeres y hombres, mamá quiso que me atendieran en la sección de las damas y me adjudicaron una cabina, ellas tenían que hacerse manicura y otras cosas y quedé solo en espera. Creía que sería una chica la que me atendiera y resultó ser un hombre, joven relativamente, él mismo tenía depiladas las cejas y se le notaba lo cuidado que tenía el rostro y el cuerpo. Me saludó con un buenas tardes, y me miró profesional y detenidamente. -¿Qué quieres que te haga? -sin responderle le señalé mi pubis. -Desnúdate desde la cintura. -me quedé desnudo ante él que seguía inspeccionando. -¿Todo? ¿Quieres que te depile todo? -entonces reaccioné y le explique lo que quería. Había llevado unas braguitas para mostrar lo que no quería que se viera y me las puse. -Vale ya te he entendido, ahora túmbate en la camilla. –inmediatamente me vino a la cabeza la camilla del despacho de Iván y me excité un poco, yo creo que no se notaba. El chico era guapo pero no tanto como para excitarme de esa forma, fue el recuerdo de lo sucedido en la academia de baile. A partir de ese momento Adrián, que se así ...
    ... se llamaba el chico, se puso a trabajar en mi pubis sin hablarme hasta que dio por terminado su trabajo. -Ya está, ahora te verás y me dices si es lo que tú querías. –me senté en la camilla y cogió un espejo en sus manos. Había rebajado como un centímetro la línea de los pelos por arriba y dejado un triángulo perfecto de puntas redondeadas en los ángulos, los pelitos que rodeaban mi verga habían desparecido y los que tenía en la bolsa escrotal, que ahora estaba un poco roja, tampoco estaban. Me sentí admirado de lo bonito que se me veía ahora el pene debajo del tapiz de oro con el ángulo inferior apuntando al falo, lo tenía algo hinchado aunque no duro, a veces con sus toqueteos había reaccionado como no quería. -Me gusta, me encanta, lo has dejado muy bonito. –el chico me miraba sonriente, contento con su trabajo y de haber dejado a su cliente satisfecho. -Ahora ponte las braguitas que has traído para que veas si es suficiente lo que he quitado. –hice lo que me pedía, estaba perfecto, aunque me estiraba el cuerpo en distintas posturas, no aparecía un solo pelo. -Usa este aceite para darte en toda esta parte de los testículos y el pubis, la crema ayuda a crecer los pelos, en cambio este aceite hace el mismo efecto retardando el crecimiento del vello. Le di las gracias y le dije que mamá pasaría por caja. El chico conocía a mamá y a la tía no hubo problema para que saliera a la sala de espera y estar allí mientras ellas terminaban. Mientras esperaba me sentía muy contento del ...
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