Mi profesora - Relatos Eróticos

Mi profesora

Mi nombre es Pj y esto que les voy a contar me ocurrió cundo estaba e el cuarto año de secundaria. Es muy normal y frecuente que cuando estamos pequeños nos lleguemos a enamorar de alguna profesora, o como en mi caso que le propuse matrimonio a mi profesora de tercer grado de primaria.

Bueno el caso es que ahora ya con mis 17 años de edad ya no estaba tan chico como antes, y desde que entre a la secundaria conocí a una profesora de matemáticas que se llama Soraya, que cuando la conocí tenia apenas 27 años, y cundo la vi me robo el aliento como por 20 segundos, me quede mudo al ver su preciosísimo cuerpo y su linda cara.

Soraya es una mujer joven, con un gran culo y unas asombrosas piernas que son la envidia de muchas mujeres y la perdición de muchos hombres como me había pasado a mí, morena, de pelo negro rizado, con unos pechos pequeños pero bien ricos, se vestía con mini faldas muy pequeñas y una blusita ajustada al cuerpo lo que permitía ver su pequeña cinturita que al verla daba ganas de poner las manos al rededor de ella, también usa pantalones muy ajustados lo que hace que su gran culote se vea descomunal lo que provoca grandiosas erecciones en todos los hombres que la ven, es muy juvenil, le gusta ir a fiestas y cosas por el estilo. El único problemita es que estaba casada y tenia una hija.

Para mi suerte desde que la conocí me dio clases de matemáticas todos loa años, no sé si yo tenia suerte o se trataba de simples coincidencias, pero lo que de verdad ...

... importa es que todos loa años la tuve para deleitar mi vista en ella.

Siempre desde el primer día en que la conocí me sentaba en la fila que estaba justamente enfrente de su escritorio para tratar de ve su entrepierna y si podía algo más rico. Luego con todos mis amigos platicábamos de ella y de lo buena que estaba.

Pasaron los años, y llegamos al cuarto año de la secundaria, y nuevamente mi profesora de matemáticas seria la profesora Soraya. Recuerdo que casi todos los días desde que la conocí me pajeaba hasta tres veces al día pensando en mi Soraya, pero ese día ella se descuido un poco y cuando estaba sentada en la silla de su escritorio abrió las piernas un poco mas de lo normal que lo hacia y pude ver hasta el fondo, se imaginan como me sentía creía que estaba en la gloria, no podía creer lo que estaba mirando. Debido a su edad lo que llevaba puesto era una tanga bastante diminuta y de color rojo, el color de la pasión, inmediatamente tuve lo que mis compañeros y yo llamábamos "CONSECUENCIA S", osea una impresionante erección y tuve que poner mi bolso encima de mí para que tapara la erección que a simple vista era súper notable, fui hasta donde ella y le pedí permiso para ir al baño, inmediatamente en el baño me saque la verga y comencé a hacerme una paja como nunca antes lo había hecho, y me sorprendí muchísimo cuando me estaba saliendo la leche, porque salió como medio litro. Después volví al salón de clases y todo continuo normal.

Estábamos llegando al periodo de ...