Mi amigo Diego me inicio - Relatos Eróticos

Mi amigo Diego me inicio

Hola amigos, desde hace tiempo empecé a leer esta página, pero apenas hoy decidí escribir mi primer relato, ojalá lo publiquen y les guste.
Mi nombre es Lorenzo, tengo cuarenta y cinco años y estoy casado con una mujer diez años mayor que yo, pero desde hace ya varios años nuestra vida sexual es casi nula, tengo un amigo que es de mi misma edad, se llama Diego y nos conocemos desde hace más de veinte años, el es bien mujeriego y siempre me presume de sus aventuras extramatitales.
Hace como dos meses mi esposa salió de viaje a visitar a sus padres y la esposa de Diego salió de viaje de trabajo, así que ese fin de semana me invitó Diego a ver un partido de fútbol a su casa.
Ese sábado quedamos de vernos a las siete de la tarde y comenzamos a beber y a mirar el partido, en determinado momento y al calor de las copas Diego me propuso una apuesta; que si perdía el equipo al que yo le iba yo me pondría un vestido de su esposa y si perdía su equipo el se lo pondría, para mí "desgracia" perdió mi equipo si que me invitó a su recamara y saco un vestido de su esposa pero además también saco un Bra y una tanga a juego con el vestido, por supuesto que me negué a ponerme la ropa interior pero insisto tanto que termino por convencerme.
Entre al baño y me deshice de mi shorts deportivo y mi boxer y la playera de mi equipo y al momento de ponerme la tanga y sentir como se perdía en medio de mis nalgas sentí una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo, enseguida me puse el brasier ...

... torpemente ya que nunca me había travestido y cuando me puse el vestido me di cuánta que apenas tapaba mis nalgas ya que su esposa es más bajita que yo, pero al verme en el espejo fue la locura, ya que la imagen que este reflejaba era la de una hembra sensual o al menos eso me pareció ver, me dirigí a la puerta del baño y por unos instantes dude en salir ataviada así, pero algo más fuerte que yo me decía que fuera a encontrarme con mi destino.
Salí a la recamara y Diego se encontraba sentado en un sofá con dos cervezas en la mano, en cuanto me miró esboso unas sonrisa de satisfacción y de perversidad, por unos segundos me sentí sucia, me sentí humillada y pensé en regresar sobre mis pasos pensando que ya con eso había pagado mi apuesta pero el extendió su brazo ofreciéndome una cerveza, camine hacia para tomar la cerveza pero el contrajo su brazo y me dijo que antes se darme la cerveza me tenía que dar una "vueltecita" gire 180 grados y al hacerlo el me dió una nalgada diciéndome que estaba bien nalgona, por un momento me sentí ofendida y amenace con darle una cachetada pero el volvió a extender su brazo y me dió la cerveza, yo la tomé y me senté al otro extremo del sofá y bebí un largo trago del amargo líquido y cuando baje la botella el ya estaba sentado al lado mío, por instinto y para no sentir el rose de su pantalón con mis desnudas piernas las cruce una por encima de la otra, sin darme cuenta estaba adoptando poses y actitudes  cada vez más femeninas.
Diego por su parte ...