JUGANDO CON LAS VECINAS 3 - Relatos Eróticos

JUGANDO CON LAS VECINAS 3

... suspiraba y gemía. Volví a la concha. Sabía que en cuanto acabara…, lo haría yo.
-¡Me viene papito! ¡Acaboooo! - Una nueva inundación en mi pelvis. No quería sacarla para chupar… 
-¡Ahora me viene a mí!
-¡Si papito! ¡Te siento! ¡Llename toda!
-Lástima que no está Aldi. Tendría fluido y semen para chupar…
-¡SI QUE ESTOY! ¡NO SE LA SAQUÉS! - Aldana se paró al lado de Clarisa. - Salí despacito…
Me apoyé en las manos y fui saliendo de la concha de Clarisa. Antes que me acostara al lado de Clari… la hermanita se la estaba chupando…
-¡Hummm! ¡Esta riquísima! – Aldana hablaba entre chupada y chupada. - Coctel de fluidos y semen… ¡la locura! ¡Esto sí que es desayuno! 
Cuando terminó con Clarisa, Aldana se inclinó hacia mi pija.
-Te la limpio, papito. ¡Te la dejo brillante!
-Clarisa, por favor, andá a buscar un poquito de agua que quiero tomarme otra pildorita.
-Me parece muy bien. No vas a dejar con las ganas a mi hermanita. - Y se fue hacia la cocina, así desnuda, como estaba. En un momento volvió.
-¡Jajaja! Mami te manda saludos y dice que no te agotés,  que te necesita a la siesta.
-¡Jajaja! Yo lo dejaré tranqui y buenito. – Aldana “confesaba” sus propósitos.
Me tomé la pildorita.
-Tengo que esperar unos minutos…
-Está bien, no hay problema. Nosotras te entretenemos… - Y se colocaron entre mis piernas…, para hacer su estupendo trabajo.
Lo que antes había hecho Clarisa con mi pija, ahora lo hicieron entre las dos. Eso me entretenería, sin duda. Aburrirme ...

... jamás. Cuando me la pusieron dura, le indiqué a Aldi que se pusiera a lo perrita… Se acomodó con el culo bien parado, en el borde de la cama. Me quedé parado, justo para penetrarla. Sería primero en el culo y luego la concha…, pero me acordé, por suerte.
-Preciosa, ¿dónde te acabo?
-En el culito por favor. Estoy en días peligrosos.
-Bueno, dale. – Obviamente lo primero que hice fue lubricarla con saliva y lamidas. Luego de unos minutos en la conchita, su humedad permitió lubricar el culito. De cualquier manera, si llegaba al orgasmo, tendría mucha más lubricación.
Empecé en la conchita. Clarisa se acostó boca arriba atravesada en la cama, para que su entrepierna quedara a la altura de la boca de Aldana. En cuanto se la metí, Aldi se dedicó a chuparle la concha a la hermana mayor. Todo completo. ¡Genial! Bombeando, mientras la nena acompañaba con el movimiento de sus caderas, fui a acariciar el clítoris. Muy pronto sentí como apretaba la pija justo antes del orgasmo…
-¡Si! ¡Si! ¡Si! ¡Aayyy! ¡Ahí vaaaa! – Los chorros fueron impresionantes. Me bañó la pija, la ingle y los muslos. Se la saqué presto y me agaché a chupar. Retuve en la boca todo lo que pude. Fui al culo. Tanta humedad y tanta práctica anal, me hizo penetrar sin dificultad. 
Aldana seguía chupando a la hermana mayor. Mientras yo bombeaba, las ganas de acabar aumentaban con furia…, y así yo me movía. La nena reculaba todo lo posible sin que debiera abandonar a Clarisa… y aun con la boca ocupada, gritaba como ...