JUGANDO CON LAS VECINAS 3 - Relatos Eróticos

JUGANDO CON LAS VECINAS 3

... estamos tranquilos, sin apuro. Podré hacerte lo que quieras sin “peligrosas” mironas…
-¡Jajaja! ¡Y… a las nenas les gustás tanto…! Cuando quieras y cómo quieras…, pero hoy no me la metiste en el culito. 
-¿Lo hacemos ahora?
-Bueno, dale… Pero primero te la pongo en “estado”. – Fue rápidamente a mi entrepierna. Tomó la pija directamente con sus labios. La fue introduciendo. Adentro…, afuera…, adentro, besos, lamidas, más besos y más lamidas. Nuevamente adentro, con la lengua humedeciendo el tronco con suavidad. En dos minutos estuve al palo.
-¡Ahora sí! – Clara se puso boca arriba y levantó las piernas. - Así me la metés en los dos agujeritos… ¡jajaja!
	Me puse de rodillas frente a los mentados agujeros y apunté, agarrándomela con la mano.
-¡Ahí va! – Empujé despacito. El ano se dilataba en la medida que el glande entraba.
-¡Sí! ¡Te siento! ¡Seguí entrando! ¡Con todo! – Clarita mantenía sus piernas en alto, pasando los brazos bajo las rodillas. 
	El choto llegó al final, apretando contra las tripas, dilatando el recto. Salí despacito, hasta que solamente la cabeza quedó dentro del culo de Mami. Nuevamente adentro… y comencé el bombeo… Adentro, afuera… Clara me acompañaba levantando sus caderas a mi ritmo. Sonreía encantada. Yo amasaba sus fabulosas tetas, alternando con las caricias a la concha, deteniéndome en el clítoris. Clarita cerró los ojos y mordió su labio inferior. Sentí como se tensó… y el orgasmo empapó la pelvis, la cama… y mi mano.
-¡Aaaaahhh! ¡Sí! ¡Qué ...

... lindo! ¡Papito! ¡Qué rico que lo hacés!
	Se la saqué del culo y la metí, sin dificultad alguna, en la concha. ¡Sentir los pliegues de la vulva es mágico! Clara aprieta como morsa. Nuevamente el bombeo.
-¿Dónde querés que te acabe, mi amor?
-¡En la boca, en la boca!
Salí de la concha y me acomodé sobre su pecho, para intentar primero una cubana. Me gusta mucho que me pajee con las tetas. No duré mucho aguantando la eyaculación.
-¡Ahora! - Clarita abrió bien la boca sacando la lengua. Los chorros de semen fueron directo a la garganta. Me gusta cuando puedo ver la eyaculación… ¡Acabando dentro de la concha o el culo no se ve! 
-¡Ummm! ¡Qué ricaaaaa! – Clara hablaba con la boca “ocupada”.
Cuando terminó de tragar me limpió bien con la lengua…
-¡Así papito! ¡Así! ¡Ahora me podés hacer pis! ¡Dale, dale! ¡Lo quiero en mi boca!
-Bueno… Esperá un poquito que me vengan las ganas…
-¿Si te paso la lengua por la cabecita te viene más rápido?
-No, no sé. Eso sirve para eyacular…
-Bueno, espero.
En el minuto que esperé me volví a pajear con las tetas de Clara…, y comencé a lanzar el orín, apuntando perfectamente para no mojar. Clarita sonreía mientras tragaba. Cuando notaba que había demasiado en su boca me apretaba la base del tronco y detenía la meada. Y luego seguía. Así…, como dos minutos… ¡Qué manera de mear! La boquita de Clarita me alentaba. Y ya que estábamos en plan de joda, quería hacer algo que nunca había hecho con Clara…
-Nena, mi amor…  ¿estás bien? 
-¡Rebien! ...