1. Relato de un profesor erotizado


    Fecha: 29/07/2017, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Profesor, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer con personas que son tabú, como su profesor. – Severa puta, pensé. Después de mucha penetración y variedad de poses le dije:
    
    – Se lo voy a meter por donde no van a haber sorpresas a los nueve meses.
    
    – Profe por el culo no, me duele, no me ha gustado que me la metan ahí.
    
    – Mire peladita nadie le preguntó si quería o no. Es una decisión tomada y ya. Por el culo va mi verga a penetrarla.
    
    Confieso que sí estuvo algo difícil la entrada, pero luego de estimularle su ano con mi saliva y empezar a penetrarle el recto con uno y luego con dos dedos, su dilatación fue generosa para ingresar con el “dedo mayor”. Pareció incomodarle un poco al inicio, pero después de unos minutos pareció gustarle bastante a la perra, pues con la libertad de sus manos se tocaba las tetas y ejercía masajes circulares a su clítoris.
    
    Siempre he tenido el complejo de que tengo que complacer a las mujeres primero antes de que yo acabe, pero la pregunta me ha parecido incómoda hacerla. De todas maneras, y como debía ejercer mi autoridad de docente le dije:
    
    – ¿Ya se vino?
    
    Me lanzó esos ojos picarones con los que siempre me mira durante la clase y me dijo:
    
    – Tres veces profe.
    
    Entonces mi preocupación se fue al piso y me dije que era tiempo de culminar yo también, y quise hacerlo en sus piernas. Fue en esa parte de su cuerpo donde el viscoso líquido blanquecino se dispersó. También hizo algo de ...
    ... estragos en su short debido a que el verraco semen se dispersó bastante debido a la eyaculación descomunal que hice, producto de la acumulación de más de un mes.
    
    Nuestro estado de relajación fue incomprensible, nuestra respiración fuerte y nos quedamos mirando uno al otro, como tratando de entender qué carajos había sucedido. Luego le dije que era tiempo de vestirse porque debía irme para mi casa. Le pedí el favor que saliera disimuladamente del salón, sin levantar sospecha alguna. Se colocó su ropa, su short manchado de mi semen, el cual era la evidencia del furtivo encuentro. Su ropa interior, que al ponerla se humedeció rápidamente, también me excitó bastante.
    
    – Espero que no vaya a decir nada a nadie, ¿no? Los dos nos hundimos…
    
    – ¡Usted más que yo, profe!
    
    Iba a agarrarla del cabello para amedrentarla y amenazarla, pero hábilmente se me soltó y salió del salón. Yo, para disimular un poco, procedí a hacerlo diez minutos después. Serían las 7:45 p.m. cuando tomé rumbo a mi casa.
    
    De ella no he vuelto a saber, tengo entendido que se fue para la capital a hacer sus estudios universitarios. Nunca olvidaré que de algo que yo veía tan lejano, obtuve demasiado placer de esa cabellera, esas tetas y esas piernas de aquella mujer. Debido a que no fue el jueves a presentar su exposición ni nunca más a clase, tampoco he sabido si haber culeado esa tarde-noche trajo a alguien a este loco mundo… 
«12345»