1. Una escort familiar


    Fecha: 03/09/2018, Categorías: Gays Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos

    ... de paño de lágrimas.
    
    Me platicó de sus hijas que cada vez están más rebeldes. La menor no deja de faltar a la prepa para irse a conciertos con sus amigos, y la mayor ("Tamara") había abandonado (ya de plano) la universidad con la idea de que se convertiría en una famosa actriz o modelo, sólo por su bella figura.
    
    Era lógico que salieran así al haber sido educadas por mi hermano, un total desobligado que aún ahora se la pasa tirándote todo el día, viendo televisión. Pero yo no podía decirle eso a Adriana, tenía que darle ánimos y eso hice. Le dije que no se preocupara, que era cosa de la edad y que pronto madurarían y saldrían adelante.
    
    En fin, después del almuerzo nos fuimos a un hotel cercano (igualmente, era el habitual) y allí sí que desahogamos nuestros cuerpos. A ella, aunque se volvió a juntar con otro tipo, parece que no la satisfacen en casa y yo pues... bueno ya tenía ganas de saciar mis deseos y liberar la tensión, como ya he dicho, y la ex-cuñadita es buena para eso.
    
    No bien entramos al cuarto, la agarré de sus rollizas nalgas a dos manos. Sobre aquel pants que vestía, masajeé y estrujé sus carnes que se desbordaban de mis palmas. Así, aún con la ropa puesta, nos besamos y acariciamos por largo rato. Dado que ella era jefa en su trabajo, podía llegar a la hora que quisiera, por lo que teníamos tiempo de sobra, así que me dispuse a disfrutar de aquella candente hembra.
    
    Poco después, ella se dirigió a mi entrepierna y bajó el cierre de mi cremallera, ...
    ... hizo a un lado mi calzón y sacó mi tieso miembro para introducirlo en su cálida boca y darme una de sus expertas mamadas. Ella sí que sabía cómo hacerlo.
    
    Mamó y mamó; succionó a diferentes ritmos y me lamió desde los testículos hasta el glande dejándome bien bañado de su saliva. Volteé hacia el espejo y fue inevitable preguntarme (como en otras ocasiones): ¿por qué el pelmazo de mi hermano dejó a una mujer como esa? Se tenía que ser muy pero que muy pendejo para hacer cosa así. Y es que, además, lo hizo por una señora sobrada en carnes y pasada en años que pronto lo dejó al darse cuenta de lo holgazán que era.
    
    Bien pues, días más tarde de aquel encuentro con Adriana, también miraba hacia un espejo, pero esa vez el reflejo que me devolvía era el mío con una jovencita completamente desnuda sobre mí, pero que, además, era mi sobrina («ufff... si lo supiera su madre»).
    
    No podía creerlo, en tan sólo unos instantes más le enterraría el mismo miembro que ha hecho gozar a su madre antes que a ella. Madre e hija ensartadas por el mismo miembro, aunque en distintas ocasiones. Esa perversión me excitaba mucho.
    
    Tamara se desenvolvía como si las facultades de mi ex cuñada le hubiesen sido heredadas. En ese momento la tuve sentada a horcajadas sobre una de mis piernas al mismo tiempo que me brindaba un habilidoso servicio oral.
    
    Sentirla totalmente desnuda sobre mí fue una sensación deliciosa, como nunca antes sentí. Pude percibir la frescura de sus labios vaginales encima de ...
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