1. La venganza es dulce y placentera


    Fecha: 27/08/2018, Categorías: Sexo a distancia, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mejor amigo y que por eso él había roto conmigo, y que en la universidad todos pensaban que yo le había robado a ella y que me quedaba con su ropa. Cuando le pregunte no se lo negó y me dijo que no sabía porque lo había hecho. Sin embargo siguió haciéndolo y yo me enoje mucho. Estaba furiosa.
    
    Esa noche, algo tarde, yo ya estaba de camisón y veía televisión cuando escuché que Nicolas fue a recoger unos apuntes del depa de Darla, escuche que pelearon y Nicolas abrió la puerta y gritó, escuche que Darla estaba llorando, Nicolas tiro la puerta, luego sonó mi timbre y como me esperaba era él, estaba muy serio y trato de hablarme calmado, me pidió los apuntes que Darla obviamente no le había dado, se me ocurrió que no habría mejor forma de vengarme, mientras él hablaba lo jale de la camisa lo empuje contra la pared, cerré la puerta y lo mire fijo por unos segundos, vi en su rostro sorpresa y algo de susto, me calentó verlo así, y me le fui encima comencé a besarlo y a mordisquearlo por todas partes, le arranque la camisa y del cinturón lo jale hasta llevarlo a la cama, mientras lo jalaba note su enorme erección, le quite el pantalón y esta vez si tenia ropa interior, cuando se la quite vi sorprendidísima que realmente su erección era mucho más que enorme, me posé sobre sus rodillas y con mis pechos comencé a acariciarle el falo, el se sentó y me levanto el camisón un poco pero luego me dijo que era muy sexy y que me lo dejaría puesto.
    
    Pero a mi me gusta sentir la piel del ...
    ... tipo al me estoy cogiendo así que me lo quite, me hecho en la cama, extendio mis brazos y comenzo a chuparme los senos como un lactante hambriento, empezó a masturbar su falo contra mi vulva, lo detuve y me pues de rodillas, mientras me besaba el ombligo me desaté el hilo que tenía, él estaba ansioso por penetrarme pero me encanta hacerlo esperar, se lo acaricié unos segundos y el me metió tres dedos, los metía y sacaba con suavidad, yo sabía lo que yo quería e iba a hacer desde un principio, pero su suavidad me hizo dudar, le dije que sea más brusco me dijo que estaba calentando y que luego iba a hacer que me trague esas palabras, eso me animo, mientras él se deleitaba con sus dedos en mi vagina que iban acelerando más y más su ritmo, hasta que me empezaron a provocar gemidos, agarre mi camisón y le vende los ojos, me pregunto que hacía y le dije que solo confíe en mí y que no haga trampa, le dije que sin sacar sus dedos trate de que nos paremos, así lo hizo luego retiré sus dedos y me puse de cuatro dándole la espalda, estire mi brazo y con firmeza lo halé del pene, coloque la punta de la enorme cabeza de su falo en la entrada de mi trasero, yo ya estaba a mil, porque sabía que iba a disfrutar de ese sin igual placer, le dije que se desamarrara el camisón de los ojos y embistiera con todas sus fuerzas, se quito el camisón y por el reflejo de la ventana ví su rostro de emoción, me carició las nalgas por un segundo, me dijo que mi trasero era increíblemente bello, le dije que ...
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