1. Uno a la mañana. otro a la noche


    Fecha: 27/08/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... en la puerta, a manera de despedida.Me pidió que la dejara ducharse, después iba a contarme cómo la había pasado. La esperé sentado en el living. Un rato más tarde apareció en el salón, completamente desnuda.Se acercó al sofá; recostó su magnífico cuerpo sobre el mío y se puso a llorar, pidiéndome perdón porque había gozado como una verdadera perra toda la noche; lamentando que yo había aceptado quedarme en casa. La calmé diciéndole que todo estaba bien, si ella era feliz disfrutando así, yo también lo seria.Le sonreí, pidiéndole que me contara todo.“Eduardo me llevó a uno de esos boliches de moda, sobre el rio, había poca gente y fuimos directamente a un sector de reservados, un lugar bastante oscuro.Allí se dedicó a franelearme un buen rato, le encantó encontrar mi concha desnuda, me metió uno, dos y hasta tres dedos; me hizo mojar y gozar como loca. Me comió la boca como nunca, creo que eso me excitó tanto que acabé en un primer orgasmo increíble.Había gente bailando y me pidió que saliera a la pista sola y me moviera sensualmente.Por supuesto a los dos segundos tenía encima a un chico muy joven, que al principio bailaba cerca sin tocarme, pero finalmente me atrajo por la cintura y me apretó contra su cuerpo, mientras me acariciaba la cola.Me miró fijo a los ojos mientras deslizaba una mano por debajo de mi vestido. Sentía que su verga estaba endureciéndose contra mi vientre. Le sostuve la mirada y le hice un mohín muy sensual cuando descubrió que la ausencia de una tanga ...
    ... le permitía a sus dedos entrar directamente a mi concha bien humedecida y ya bastante dilatada por los dedos de Eduardo.Continué provocándolo con la mirada sin decir una sola palabra; hasta que se desprendió del abrazo y me tomó de la mano, arrastrándome por el medio del salón hasta el baño de hombres. Entramos, me empujó dentro de una de las cabinas y me hizo inclinar apoyando mis manos contra la pared. Me levantó el vestido y metió un par de dedos entre mis labios vaginales, luego se llevó la mano a la boca, lamiendo mi esencia mientras se desabrochaba los pantalones. Enseguida sentí que su verga durísima se iba abriendo paso en mi concha, se deslizaba muy despacio mientras me aferraba firmemente por las caderas, impidiendo que me moviera o escapara. Apenas me la había metido hasta el fondo cuando se abrió la puerta y apareció Eduardo, haciéndose el enojado y mostrándole un puño cerrado, le espetó a gritos:-Nene, quién te dio permiso para cogerte a mi mujer?El chico se quedó petrificado, no sabía qué hacer. Se salió de mi concha y se escapó atropellando a Eduardo, que lo seguía insultando mientras el pobre corría y trataba de levantarse los pantalones.Eduardo se rio a carcajadas y se puso en la misma posición del chico, diciéndome que iba a terminar con lo que ese idiota había dejado inconcluso. De un empujón me hundió su enorme pija, con mucha urgencia, con bronca, parecía que quería dañarme...No tuve ni tiempo de gozar, ya que en unas pocas embestidas Eduardo me lleno de ...