1. El Despacho IV


    Fecha: 02/09/2022, Categorías: Dominación / BDSM Tus Relatos Autor: Arfridio, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... debajo de tu antifaz, y la introduje en tu boca.
    Te sentías incomoda con la situación. Sabias que tus palabras iban a tener sus consecuencias. Ibas a ser sometida a la voluntad de otra persona que no era tu Amo, pero ésa era mi voluntad. Tu castigo no había hecho nada mas que empezar, y desconocías el fin y hasta donde te llegaría. Eras mi sumisa pero también su puta, pero sin recompensa por serlo. En ese momento, eras un simple juguete sexual para ser usado.
    Tu cabeza cayó hacia atrás y te ordene que abriese la boca y sacases tu lengua. Un húmedo esputo de saliva cayó sobre tu cara, seguido de unos cuantos más. Notaste como te lo restregaban por el resto de tu cara y un guantazo, te hizo sentir ardiendo tus mejillas.
    Zorrita, me oíste decir, me encanta ver lo que te hacen, y lo que te harán. La polla de tu Amo está dura, como te gusta y la has visto otras veces. Disfruta y goza, olvídate de todo lo demás. Tendrás la boca abierta en todo momento, y muéstrame tu lengua. Y usted ya puede empezar.
    Sentiste como te colocaba una especie de clic en tu lengua, que hacia que quedara fuera de tu boca, empezando a salivar rápidamente, y dejando caer tu saliva sobre tu cuerpo.
    Unas manos cubiertas de un tipo de guantes, comenzaron a tocarte por todo tu cuerpo. Masajeaban tus pechos, acariciaban tu coño, te expandían tu saliva por todo él. Sus dedos buscaron tu esfínter, y te lo masajeaban. Te volvían a acariciar tu coño, pechos, cara. Toda tú eras sometida a su voluntad.
    Paseo, ...
    ... te indiqué.
    Sumisamente, adoptaste la posición, algo duro estaba abriéndose paso a través de tu culo. Un latigazo recorrió toda tu espalda, tus nalgas empezaron a arder, después de sentir como te las golpeaban. Te penetró de un solo golpe, cayendo al suelo y cerrando tus piernas.
    Paseo, volviste a oír. No quiero ni una más. Aguantarás todo sin moverte. Como yo hoy.
    Su polla te penetraba con fuerza. Notabas su pelvis contra tus nalgas, el sonido que hacían cuando te golpeaban, era lo único que se escuchaba en la habitación. Una mano empezó a buscar tu coño. Lo tenías húmedo, lo que facilitó que buscase tu clítoris y jugara con él. Al cabo de un rato, pediste permiso para correrte, lo que te negué por orden de tu cliente. 
    No tienes permiso para correrte hasta que tu cliente, lo decida y yo te autorice. Así que sigue así. 
    Notaste salir su polla de tu culo, el cual notabas que lo tenias abierto más que la boca del infierno, y como un liquido caliente se derramaba sobre varios puntos de tu espalda.
    El cuero del cinturón volvió a sonar sobre tus nalgas varias veces, unas mas fuertes que otras.  
    Descanso, te ordené
    Te levantaste, el semen que tenías en tu espalda, comenzó a chorrear hacia la unión de tus dos nalgas.
    Comenzó a castigarte severamente los pechos, con palmadas sobre ellos. La correa dejaba una marcas en tu piel, cada vez mas rojas, e incluso algunos pequeños brotes de sangre, comenzaron a brotar. Sentiste como te los lamían, y pasaba su lengua por tus labios. ...