Ahora me llaman todos - Relatos Eróticos

Ahora me llaman todos

... entre mis nalgas pero no pudo metermelo en el ano, lo rozo y se exito bastante (yo también) pero al rato de movernos y todo eyaculo y se le bajo el pene. Me limpie en el baño y le di la plata para su vinito. 
Esa experiencia del pene en mi culo me dieron ganas de más, pero necesitaba un pene más duro, con más ánimo y grosor, perp para eso necesitaba a otro sujeto, el viejito es rico pero no me sirve. Ese viejito vive a la vuelta de mi casa, pero en la otra esquina se juntan los típicos vagos borrachines que todo barrio tiene, fuí al que yo siempre lo vi como el "jefe" de ellos, obviamente fui cuando él estaba solo. Me arme otra vez de valor ya que esto era otra liga, esto no era aquel viejito de la vuelta que moriría por un tinto, esto era ya meterme con chicos algo más grande que mi edad pero tampoco tanto. Me acerqué a él, le dije que le tenía que pedir algo pero que lo guardara en secreto, el me contesto siempre bien pues me conoce desde que yo era un niño, me respeta mucho por ello ya que nunca tuve problemas con él o su bandita. Le dije que estaba interesado en que me cojan y que le ofrecía a él que me lo haga, él al momento se lo toma a guasa pero cuando ve que no estaba bromeando y que mientras más le hablaba del tema más serio parecía se negaba, le dije que bueno, que si cambia de opinión ya sabía donde yo vivía, que solo venga a llamarme. Me fui decepcionada, paso la tarde y escucho que me llaman, era él, yo ya sabía para que venía. Fuí y le abrí, él antes de ...

... entrar dijo serio "pero nadie se enterara de esto, no?" Le prometí que no, que yo tampoco quería llamar la atención. Lo hice entrar y a él si lo lleve a mi habitación, le dije "bajate el pantalon" y me contesto "nunca creí que fuera a pasar algo así, no me lo esperaba para nada, menos de vos" y yo empece a chuparsela, le mostre mis dotes lenguisticos aprendido con aquel viejo de la vuelta y se la chupe bien sabroso, lo escuché gemir aunque lo quería ocultar por verguenza. Lo empece a masturbar con una mano mientras con la otra me bajaba el pantalon, me doy vuelta y me pongo en posición de perrito invitandolo a que ya me penetre. Él lo empieza hacer y yo estaba que arrancaba el colchón, era mi primera vez y sentía que me estaban metiendo algo más grande de lo que había mamado hace un minuto atrás. Yo gimo al principio de dolor pero extasiado, luego ya lo hacía de placer, él poco a poco lo hacía más fuerte, yo escuchaba como mi trasero hacía ese ruído al chocar mis nalgas con sus rodillas. Luego de casi 30 minutos termina eyaculando en la parte superior de mi culo donde empieza la espalda, yo respiraba exitado, completamente satisfecho con el culo todavía abierto entregado, él me miraba ahí en posición de perrito y se sorprendió un poco al ver que estaba también emocionado. Él se sube el pantalon y yo me pongo mi ropa, le paso mi número de célular y le digo que cualquier cosa me escriba y arreglamos un próximo encuentro.
Yo ya no necesitaba más al viejito del vino tinto, pero él me ...