Relatos eróticos iniciando a mi esposa 18 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos iniciando a mi esposa 18

Estuvimos un mes con los clientes que aceptaron participar la doble penetración logrando dispararse nuestro saldo bancario y a la vez nos permitía ir pensando innovar nuevos planes sexuales para deleite de ellos y beneficio bancario para nosotros.

Éste plan logró hacer mejores amigos a los que son del barrio, llegando a ser confidentes de sus problemas y mañoserias visitandose familiarmente.

No formaron parte de éste grupo los africanos, Octavio, los primos Juan y Enrique, el que no tiene piernas Erik y Carlos, Jon y sus amigos, el papá de Jon Eduardo.

En ésta segunda fase Percy nos propuso poner un  monitor grande en la sala en dónde podrían ver la seción que hacen estos clientes en tiempo real y otros 2 monitores más pequeños en 2 ambientes individuales para los pajeros, todo por supuesto bien camuflado y con sus propias tarifas.

Todos de acuerdo que serían los jueves de 9 a 2 de la tarde, teniendo que reclasificar horarios.

Nos pasamos un mes viendo que nuestro plan tenía mucha acogida, por tener éstos actores/clientes costumbres y dimensiones diferentes, además que las chicas ponían su cuota de teatro.

Reunidos los 4 comentamos del aumento increíble que tenía nuestra cuenta bancaria.

Mary : Nunca pensé que hubieran tantos hombres que se satisfacen sólos.

Viendo que siempre estaban llenas las cabinas individuales.

También nos permitía estar tranquilos los vigilantes, que no dejaban acercarse a nadie y menos a las señoras que venían por sus ...

... maridos, para éso las chicas les cumplían mensualmente a todos los vigilantes.

Decidimos para matar el stress asistir a la reunión que se hace todos los fines de semana en el barrio.

Ellas muy bien arregladas y no sé cómo hacen para que sus vestidos le saquen más tetas y más culo del que en realidad tienen, causando mucho alboroto nuestra llegada por los hombres, por qué las mujeres ni las miraban más bien las criticaban.

Pasaron las horas y con las copas todos cambiaban sus modales, ellos les sobaban las piernas a las chicas, otros que yá la habían tenido en sánguche, la hacían bailar entre los dos pegandose bastante a su cuerpo, logrando que la esposa lo jale a sentarse a su lado.

Otros en la vuelta del baile le arrimaban el paquete por el culo, hasta que una de las señoras no aguantó, sacando a palos a su marido llevándoselo a su casa.

Decidimos regresar y en la casa tomando unos vinos y viendo el vídeo de un africano con Mary comentamos que por verlos a ellos los clientes se encierran en las cabinas particulares a correrse la paja.

Mary : Éso es lo que hasta hoy no comprendo, sí se arrechan, para éso estamos nosotras, por qué hacerlos ellos sólos. Algún día lo entenderé.

Con ésa reflexión atoré a mi hija y su marido atoró a mi mujer hasta llenarle sus culitos con nuestras leches.

Venía éste tercer mes y había que aprovechar lo bien que nos estaba yéndo y 
Percy nos propuso comprar juguetes sexuales diversos, así cómo lencería y proponer un día a la ...