Mi hija pagando réditos de mi préstamo - Relatos Eróticos

Mi hija pagando réditos de mi préstamo

Me encontraba enfrente de un gran pedazo de carne que permanecía erecto e imponía desafiante muy cerca de mi boca. EL dueño de semejante instrumento era Tobías un compañero de trabajo el cual dadas ciertas circunstancias hicieron que termináramos en un motel. El recostado desnudo sobre la cama, y yo también desnuda inclinada frente a su tremendo pito. Sucede que debido a una crisis económica y mala racha por la cual pasé hace unos mese tuve que verme forzada a pedir un préstamo el cual se fue incrementando y se salió de control. El adeudo lo pagó ése  compañero de mi trabajo un poco más joven que yo, que estaba recostado sobre la cama del motel al cual me llevó y recibía placer gracias a mi boca. El cual se mantenía interesado por mi, eso me halagó pero tuve que negarme  en un principio ya que estaba casada, aunque en planes de divorcio pero trataba de darle buen ejemplo a mi hija Lesli de 22 años.
Quedé de pagarle al compañero, se que aunque lo hizo de buena voluntad, también lo hizo para quedar bien conmigo.
Debo aclarar que mi intención no fue terminar en la cama con él y me consta que tampoco tenía intensión de aprovecharse de mi de esa forma. Pero llevaba meses sin ser tocada por mi esposo y mi pucha pedía a gritos ser penetrada. Mis manos temblaban al recorrer las dimensiones del miembro de mi compañero. Yo soy bajita de estatura y el alto así que por lógica estaba bien dotado. Mis atributos los considero sencillos mi piel es morena y tengo senos pequeños. Aunque ...

... debo decir que mis nalgas son  son paraditas .
En un momento dado me monte sobre Tobías y con cuidado me fui sentando hasta ser penetrada completamente. El acarició mis pechos y  busco mi boca para besarme, le correspondí su beso y ya no supe de mí. Lo que sucedió fue un sin fin de orgasmos, propiciados por su metidas y sacadas que humedecieron mi pucha considerablemente. 
Después descansamos un rato yo recostada sobre su pecho, permanecimos en silencio hasta que vimos la hora y salimos casi corriendo de ese lugar donde según yo creía se había pagado mi deuda. en realidad ya le había estado abonando así que quedaba una cantidad menor a la que en un principio debía. Mi compañero no lo tomó así ya que el deseaba tener una relación estable conmigo, lo cual yo me seguí negando.
Eso molestó a mi compañero e insistió entonces en cobrarme lo que faltaba. Yo le explique que pensaba que con irme a la cama quedaba saldada la deuda, eso lo enfureció más. Y desde ése día estuvo presionándome para que le pagara, lo cual empezaba a resultar molesto. Pasaron meses que andaba detrás de mi para que le pagara y prácticamente me le escondía y lo evitaba.
Después de casi el año de lo sucedido de buenas a primeras ya no me decía nada lo cual me extraño.
Para colmo yo ya estaba divorciada y mi hija Lesli  de 23 años y yo nos quedamos con la casa y mi esposo se fue a vivir a Campeche con su amante. 
Un día que se suponía iba a trabajar no me sentía muy bien que digamos, ya volvía a tener mucho ...