Una Tetona Mexicana fuerte para tu placer - Relatos Eróticos

Una Tetona Mexicana fuerte para tu placer

Yo era una de esas chicas que comenzaron a florecer en la edad adulta temprano. Yo era una niña flaca que usaba un sostén de copa B cuando todavía estaba en sexto grado. Estaba completamente avergonzada por mi desarrollo. Me vestí para evitar mostrar mi feminidad que florecía rápidamente. La ropa en capas se convirtió en la norma junto con una postura de hombros encorvados hacia adelante. Traté de ocultar mi figura que florecía rápidamente. En vano. Creciendo tan rápido como lo hice, era imposible ocultar mi figura. ¡Estaba pasando por sujetadores tan rápido!

Pero pronto aprendí que mi figura en desarrollo me hizo popular entre los chicos y en la secundaria había dejado de tratar de ocultar siempre mi figura femenina.

Cuando estaba en el último año, tenía los senos más grandes de la escuela, con mucho, un enorme par de maravillas naturales de copa doble D que sobresalían. ¡Con los suéteres ajustados y las blusas campesinas que estaban de moda, era una vista deslumbrante! Tenía una cita cada noche en la que mis padres me dejaban salir de la casa.

Y, debo admitir, había desarrollado una reputación bien merecida. ¡Mis senos son extremadamente sensibles! Una vez que un hombre puso sus manos en mis tetas, mi resistencia se desvaneció. Y mis pretendientes no tardaron en descubrir mi debilidad. Muchas fueron las citas de la escuela secundaria que degeneraron en un manoseo  en el asiento trasero del autobús público, mientras me afortunada manoseaba y apretaban mi enorme  ...

... pezones ansiosamente tensos . Muchos días asistí a la escuela con mis pezones aún doliendo por la mamada intensa que habían recibido la noche anterior.
En la calle , nada cambió mucho, ¡excepto que descubrí que me encantaba chupar pollas! ¡Con mis labios de felpa envueltos alrededor de una polla tensa, realmente podría disfrutarlo! ¡Y  con los que salí también les encantó! Algunos nunca tuvieron la oportunidad de saborear el apretado y húmedo agujero de amor entre mis piernas porque las agotaba por vía oral.

Vestía la ropa normal de la época, sin presumir ni ocultar los enormes pechos que obligaban a comprar sujetadores a medida y vestidos a la medida. Nada del estante cabría, algo que se ajustara a mi parte superior y tomaría la sección inferior. ¡Me convertí en toda una costurera! Ya no me avergonzaba de ser la chica más pesada de la escuela. Disfruté bastante siendo el foco constante de la atención masculina. Salí con tanta frecuencia como quise, por supuesto, y continué disfrutando de una vida sexual extremadamente activa.

Y mis senos continuaron expandiéndose. ¡Llevaba con orgullo un par de ordeñadoras que desafiaban la gravedad y realmente no necesitaban el apoyo de un sostén! En el momento soy talla Doble F colosal. Yo era el objeto de los avances de todos los universitarios amantes de las tetas. Estaba orgullosa de las miradas de admiración que recibí de los hombres dondequiera que iba, y de que todas las chicas estaban celosas de mi figura. Algunos días no usaba ...