La mas jovencita mas deseada - Relatos Eróticos

La mas jovencita mas deseada

... no sabía lo que le esperaba
Empezaron a hablar y el comenzó tocandole su mano pero ella se incomodo, le empezó hacer preguntas extrañas y quiso  correrlo pero era demasiado tarde


“Que malinterpretar ni que la chingada, ¿creías que te iba a dar algo?, tu mamá era la más puta de la colonia, ella solo era mi funda me la coji como quise siempre estuvo a mi merced,yo puedo apoyarte en todo lo que te hace falta  pero será a cambio de tu coño Angeles”

“Te has vuelto loco, sal ya de mi casa o llamo a la policía, tu no sabes lo que dices”

“Te lo advierto Angeles ya sabes lo que puede decir la gente si me ve salir de tu casa, puedo convertir tu vida en un infierno mucho mayor de lo que ya es”

Ella no sabia que decir, sabia que aquel hombre hablaba en serio, podía verlo en su mirada, también conocía su debilidad. 

Como no había dicho nada pudo ver como se acercaba un par de pasos  y en ese momento le besó en los labios, lo dejo hacer unos segundos y luego lo quise apartar pero él le sujetó la cabeza con fuerza.

Era un señor de al menos 1.80 y bastante atlético, mucho mas fuerte que ella y le fue imposible separarse de el, tras unos segundos se separó y le dijo

“Dime algo y me largo, pero ya sabes sufrirás las consecuencias, de ti depende de que te convierta en una mujer que lo tenga todo o solo una pendeja mas"

Tampoco respondí así que volvió a besarme, esta vez no tuvo que sujetarme, yo no me movía, me daba pequeños besos al tiempo que me decía ...

... groserías

“Gracias a tu coño serás la mujer más feliz como tu mamá ”

“Te voy a preñar y llenar como a una puta”

“Ahora eres mi putita, mi funda”

Dicho esto paso sus piernas por encima de sus hombros y comenzó a comerle ahí abajo, su cabeza se incrustó en su entrepierna y Juan comenzó a recorrer todo su interior con su lengua.

En ese instante sonó el teléfono, pude ver en el display que se trataba de suAbuela, deje que siguiera sonando a pesar de que por un momento pensé en pedir ayuda, pero pronto me di cuenta de la situación y de que ya había difícil vuelta atrás.

“¿Quién es?” pregunto Juan

Yo no respondí y el me metió un dedo de golpe en mis partes haciéndome un poco de daño

“¿Que quien coño es?

“Es mi Abuela maldito cabron, mi abuela”

Juan sonrió, agarro el teléfono y me lo paso al mismo tiempo que volvía a reanudar su comida de coño.

Se encontraba con el teléfono sobre las tetas y con Juan entre sus piernas pasando mi lengua por sus partes, la voz de su Abuela se escuchaba por el auricular, agarre el teléfono y se lo llevo al oído.

“Angeles ?... estas ahí?... que haces?… me oyes?”

“Si, abue, aquí estoy”

Le costaba hablar con claridad, no solo por lo violento de la situación sino porque el cabron de Juan sabia lo que hacia y aunque  trataba de negar lo que estaba pasando su cuerpo no podía y lo único que sentía era que una lengua experta se movía por mi clítoris.

“que pasa, ¿no me oías?”

“Si abuela, es que estaba limpiando y se me había ...