1. Vacaciones en Merlo 1. Dos desconocidos en un micro


    Fecha: 24/07/2018, Categorías: Sexo Interracial Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    Una vez que lo echaron del trabajo, Germán agarró los pocos mangos que le quedaban y sacó un boleto para Merlo, San Luis. Ya vería luego como enfrentar su condición de desempleado, ahora sólo quiere disfrutar de unos días lejos de la locura de la ciudad, y verse rodeado por las sierras.
    
    Ese mismo día va a la terminal de Liniers, con el bolso lleno de ropa al hombro. Atrás deja a Buenos Aires; al hijo de puta de su jefe, quien se acostaba con la única mujer que realmente le interesaba; y a su padre, que continuamente le echaba en cara lo fracasado que era.
    
    Se sube al primer piso del micro y busca la silla que le corresponde. Es en el fondo, y se da cuenta de que los pocos pasajeros que lo acompañan están muchos asientos delante de él. Mejor, piensa Germán, mientras más solo mejor.
    
    Ya es de noche, y a través de la ventanilla ve las luces de los vehículos que se deslizan por la autopista. Los que están más lejos parecen luciérnagas cuya luz les señala el camino a la libertad.
    
    En Retiro el micro para, para subir más pasajeros. Él cierra los ojos, para que en caso de que tenga que viajar acompañado, esa persona se dé cuenta de que no quiere hablar, ni socializar de ninguna manera, sólo dormir.
    
    Con los ojos todavía cerrados y la cabeza apoyada contra la ventanilla, siente que un cuerpo liviano se sienta a su lado. Al acomodarse, el nuevo pasajero le sacude un poco la pierna.
    
    —Perdón. —oye decir a una voz femenina. Entonces la curiosidad lo vence y decide abrir ...
    ... levemente los ojos para observar a la mujer que lo acompañará por al menos ocho horas.
    
    Teniéndola tan cerca, y sentada, le resulta difícil vislumbrarla por completo, pero se trata de una chica delgada con la nariz aguileña un poco grande. Su rostro sería poco atractivo si no fuese por sus labios gruesos y su mirada inteligente. Ve con decepción que sus pechos son pequeños, pero cuando, en su recorrido ocular, llega a las piernas, concluye que todos los defectos que podría tener esa fémina, eran compensados por la sensualidad de esas piernas finas y tonificadas, que se estiran, largas, sobre el asiento.
    
    Para mayor deleite de Germán, lleva una pollera de jean, y cada vez que cruza las piernas, disfruta del movimiento que descubre parte del muslo, y ve con cierta vergüenza, pero sin poder evitarlo, la sombra que la prenda genera justo en medio de las piernas. Un poquito más, y podría ver su bombacha, piensa Germán.
    
    Eugenia nota las miradas subrepticias de su acompañante. La incomodan un poco, pero no dejan de parecerle un halago. Hace dos días su novio la dejó sin darle mayores explicaciones, todavía está con el corazón herido, pensando qué hizo mal, por quien la cambió, y ese tipo de cosas, por lo que cualquier cosa que le levante la autoestima es bien recibida.
    
    Ahora su novio estaría disfrutando de las vacaciones que habían programado juntos hace meses, sólo, o peor aún, con otra mujer. La idea le duele mucho, pero por eso había decidido que ella también vacacionaría ...
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