1. Morbo. Follada con mi cuñado


    Fecha: 18/06/2017, Categorías: No Consentido Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... segundos.
    
    Me miró fijamente a los ojos y me indicó con la mano que me acercara hacía él, mientras se espatarraba por completo a todo lo ancho de la cama, y dejaba a plena vista aquella tienda de campaña que tenía por paquete. Me aproximé hasta que tuvo su boca a la altura de mi oído, y me susurró muy bajito aquellas palabras que me volvieron loco, y dió inicio a un placer que jamás me habría imaginado.
    
    - Chúpame la polla... Cómetela toda, que sé que lo estás deseando putita. -
    
    Me coloqué de rodilla entre sus piernas, acerqué mi boca hasta su calzoncillo mojado de pre-cum, y comencé a lamer suavemente con la lengua la fina tela que tapaba y guardaba su polla. De repente, golpeó en mis fosas nasales un olor a verga de macho que me llevó al límite, y que me calentó aún más. Era un delicioso aroma a sudor limpio, mexclado con algunas gotitas de orina y líquido preseminal, que cubría y embadurnaba por completo todo su capullo, el cual ya se había salido por arriba del calzoncillo. Se los bajé hasta los muslos destapando aquel pollón duro y gordo, y con la otra mano lo atrapé rodeándolo por el venoso tronco. Me metí su polla en la boca y me la tragué entera. Sentía arcadas cuando me oprimía la nuca con su mano, presionando mi cuello con fuerza hasta que notaba mis labios tocar su abdomen, y su glande golpear en mis amígdalas. Las náuseas eran constantes por la falta de aire, y por mucho que intentara tirar hacía arriba para sacarme su pollón de la boca, no podía, Aitor ...
    ... no me dejaba.
    
    Yo lo miraba con la cara roja, los mofletes inchados y con los ojos llenos de lágrimas por el esfuerzo. Me dí cuenta que le encantaba verme sufrir, tenerme dominado por completo, y marcar el ritmo a su antojo como un buen macho. No sé el tiempo que me tuvo así, con la cabeza sepultada en su vientre y su polla enterrada en mi boca. Lo que sí te puedo decir, es que la saliva se me escapaba a borbotones, y aquello era un charco de babas. Cuando dejó de presionarme como un bestia y apartó su mano de mi cuello, empecé a mamar esa polla como un loco. Me costaba abarcar con la boca todo aquél pollón, cada vez que el cabrón levantaba las caderas y empujaba hacía arriba con su miembro para que entrara más, me ahogaba y se me cortaba la respiración. Pero yo seguía chupando sin descanso, quería su polla, deseaba su polla, solo para mi... y si quería destrozarme la boca a pollazos, aquí estaba su putita chupona.
    
    - Dios como la comes… ¡Uffff!... Venga putita… Sigue... Asiii... ¡Ahhhh! -
    
    Me dió la vuelta sin sacarme su polla de la boca, y me colocó el culo a la altura de su cara. Con los pulgares me estiró la piel de los cachetes, dejando al descubierto mi rico y sabroso ano. Cuando sentí su lengua lamiendo mi ojete, las piernas me flaquearon, y un escalofrío de placer recorrío todo mi cuerpo. Se notaba por su maestría chupando, que no era el primer culo que se había comido en su vida... ¿Que secretos escondía mi cuñado?... ¿Era yo el único maricón reprimido de mi ...